La reforma de Zubiarte dispara las ventas un 64%

Este último cobrará precisamente una especial importancia, ya que pretende convertirse a corto plazo en uno de los «principales pilares» con la actividad de locales de «tendencias», tanto de comida rápida como de 'slow food'. Se inscriben, en esta línea, las aperturas de Taquería El Santo y El Dinámico. Zubiarte tiene un objetivo preferente. En la nueva etapa, comandada desde 2016 por el fondo de inversión ASG, propietario del inmueble, se ha lanzado a la búsqueda de «todo tipo de públicos». Al familiar, por supuesto, principal baluarte de las grandes superficies, pero también al estudiantil, a los hombres de negocios que trabajan en las empresas y oficinas asentadas en la zona y, por supuesto, a los turistas.

La apuesta «de futuro» ha superado las expectativas más optimistas. Tras efectuar un desembolso de 8 millones de euros, la gerencia da por bien empleada la inversión, según confirmó ayer Raquel Conejo. La afluencia de visitantes desde mayo hasta el pasado noviembre ha aumentado un 25% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. El avance no ha sufrido ningún tipo de altibajos y se ha mantenido «estable a lo largo de todos estos meses».

Raquel Conejo se felicitó de que las previsiones para 2019 se sitúen por encima de los 4,5 millones de usuarios, «y eso siendo prudentes», remarcó. Cifras que, pese a su espectacularidad, no ocultan el verdadero objetivo, que pasa por elevar la facturación. «La afluencia está fenomenal, pero si la gente no compra...», deslizó la gerente. Afortunadamente, no ha sido el caso, ya que las ventas se han disparado en el último semestre un 64%, «alcanzando a toda clase de negocios».

La dirección lo achaca en gran parte al desembarco de marcas de referencia que «no estaban todavía en Bilbao» y han escogido Zubiarte, que gira su oferta comercial a un posicionamiento basado en «la diferenciación». Salvo cambio de trazo, las previsiones de ASG apuntan a que el centro podría mover en 2019 un volumen de negocio cercano a los 45 millones de euros. «Nos hemos colocado en el sitio donde teníamos que estar», se congratuló Conejo.

Además de la entrada de grandes enseñas, el complejo ha resuelto uno de los asuntos que traía de cabeza a muchos usuarios: la complicada configuración arquitectónica convertía a Zubiarte en una especie de laberinto. Sin embargo, estas dificultades han quedado resueltas con una nueva distribución, que facilita la «circulación» de los clientes con la instalación de escaleras mecánicas que comunican verticalmente tres plantas comerciales del edificio en un único punto central y la creación de pasarelas. Además, se ha dado una «mayor visibilidad» a las tiendas, se han «rediseñado» zonas comunes y se ha habilitado un espacio de juegos infantiles.