«No es de recibo que se agrediera a algunos vigilantes y alemanes»

Baika asume que todas las partes actuaron «con muy buena voluntad» y que los «errores cometidos» se corrigieron «casi» de inmediato. «No pensamos que las cosas se nos fuesen a ir de las manos, pero es verdad que metimos la pata. Creímos que al trabajar dentro de un edificio no íbamos a generar tanto ruido y no fue así. El lunes nos pasamos con el sonido, pero el martes rectificamos. Bajamos el nivel y entonces rondamos, más o menos, la legalidad. Se tomaron las decisiones oportunas», remarcó.

Bilbao apuntó que su firma presentó al Consistorio «todas las memorias técnicas y planes de ocupación solicitados. Se ha hecho todo lo que nos pidieron», reiteró el responsable de los diez gastrobares, que no es la primera vez que se cerraban al público para acoger un evento multitudinario. Bilbao evitó concretar el desembolso realizado por Volkswagen en concepto de alquiler, pero sí confirmó que la compañía alemana «pagó una millonada» por adecuar el espacio. «Lo que no es de recibo es que algunos descerebrados agredieran a vigilantes de seguridad y a algunos de los de entre 700 y 800 alemanes asistentes cada día a las fiestas», concluyó.