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Jesús J. Hernández y x. gARMENDIA
Viernes, 13 de diciembre 2019
El vendaval que azotó ayer Bizkaia ha terminado. El nivel de alerta ha descendido de naranja a amarillo, aunque se mantendrán diferentes avisos por viento y oleaje para hoy, mañana y el lunes. Apenas se mueven las hojas de los árboles en un Bilbao soleado ... y de temperatura agradable. Las Bomberos forales han realizado solamente dos salidas durante la noche para retirar dos árboles caidos en Loiu y Galdakao. Ha sido tranquila tras la frenética jornada del viernes en que sumaron 80 salidas, una treintena por árboles caidos y medio centenar por intervenciones en chimeneas, fachadas y obras que habían sido afectadas por las fuertes rachas de viento.
Durante todo el día se mantendrá el aviso amarillo por riesgo marítimo costero, con alturas de ola de hasta cinco metros. No se han registrado por el momento destrozos en la costa vizcaína. Bermeo, Ondarroa y Lekeitio han amanecido sin afecciones en las instalaciones cercanas a las playas y no se prevé que las haya. «Ayer viernes fue el grueso, con alturas de ola de ocho metros para navegación que hoy ya está en 3,5 metros y por eso pasa a amarillo. En el impacto en costa también se ha podido desactivar el naranja», explica Santiago Gaztelumendi, coordinador de Euskalmet. Algunos puntos de la costa vasca, como Pasaia, registraron ayer cerca de la costa alturas máximas de ola de 9 metros y en la boya, mar adentro, llegó a los 15,8 metros. Hoy estaba en 7,6 y 10,7, respectivamente.
El pronóstico de Euskalmet para hoy es de «intevalos nubosos, con predominio de nubes medias y altas, especialmente durante la segunda mitad del día». Habrá viento del suroeste de flojo a moderado, con rachas muy fuertes en zonas de montaña del oeste. La máxima en Bilbao será de 18 grados y en Vitoria de 14.
En ese ambiente benévolo, sólo destaca el aviso amarillo por esas rachas que podrían alcanzar, entre las 18 horas y las 24 horas, los 100 kilómetros por hora en zonas expuestas de Bizkaia y Álava. En las que no lo están, rondarán los 70 kilómetros. «No se parece en nada a la situación del viernes, 20 ó 30 kilómteros cambian mucho el impacto», valora Gaztelumendi. También se mantiene hoy la alerta amarilla durante la pleamar por riesgo de impacto en la costa: de 17 a 19 horas, al igual que esta madrugada.
El coordinador de Euskalmet destaca que «el aviso amarillo es de una situación normal en la que sólo hay que tener cierta atención en actividades concretas. Deporte naútico, por ejemplo. No son buenos días para hacrse a la mar, aunque los experimentados salen».
Los avisos amarillos se mantendrán mañana domingo. Durante todo el día para la navegación en las dos primeras millas, de impacto costero entre las 5 y las 7 de la madrugada y de 18 a 20 horas. Hay también aviso por rachas de viento hasta las seis de la madrugada. Son rachas que podrían superar los 100 kilómetros en zonas expuestas y 80 fuera de ellas. El lunes sólo quedará el nivel de riesgo amarillo para la navegación y el impacto en costa se restringe a los cambios de marea (de 5 a 9 de la mañana y de 18 a 21 horas).
Esos cambios de marea pueden dejar algún rebase como el que se produjo la pasada madrugada en la N-634 entre Zarautz y Zumaia «por riesgo» de que las olas alcanzaran la vía. El tramo Getaria-Zarautz se reabrió a la primera hora de la mañana, según la Ertzaintza.
Si hoy la normalidad es la tónica, ayer la suma de incidentes fue notable. La cornisa cantábrica se llevó el viernes la peor parte de un temporal que puso en alerta a 33 provincias y azotó Bizkaia con dureza, especialmente durante la madrugada en las zonas del litoral. El cabo Matxitxako registró la mayor racha de todo el país, aunque el pico fue sensiblemente menor al captado el pasado 3 de noviembre, cuando la borrasca Amelie hizo rozar los 170 kilómetros por hora. «Son vientos muy fuertes, pero no excepcionales», puntualizan desde Euskalmet. El episodio se saldó con más daños materiales que humanos, ya que solo hubo un herido leve en territorio vizcaíno.
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Las fuertes rachas de viento no tuvieron repercusión en el aeropuerto de Loiu, que no registró cancelaciones ni desvíos, pero sí en el tendido eléctrico. Iberdrola, de hecho, tuvo que declarar la emergencia en la zona, movilizar a 300 operarios y un helicóptero, y utilizar grupos electrógenos ante los cortes, que llegaron a afectar a 13.000 vizcaínos.
La capital vizcaína no registró incidentes de gravedad, si bien los Bomberos tuvieron que hacer frente a un total de 34 actuaciones por caídas de árboles, incidencias en la vía pública y desprendimientos. Entre las fachadas que se vieron afectadas, la del hotel Meliá, con parte de una columna que cayó al suelo en la esquina entre Lehendakari Leizaola y la avenida Abandoibarra. Los profesionales del servicio de extinción también acudieron a varios edificios para asegurar elementos inestables y retirar chapas con peligro de caída. También hubo que recolocar vallas en las obras junto al puente Frank Gehry y la clínica del IMQ.
Las fuertes rachas de viento dejaron más de 70 incidentes solo en Barakaldo por caídas de árboles, contenedores desplazados por la carretera, caídas de adornos navideños y hasta el desplome de fachadas; entre ellas, la de un edificio de viviendas que cayó sobre el patio de una guardería sin daños personales. Tampoco hubo que lamentar heridos en Gallarta después de que el viento se llevara literalmente por los aires la carpa del mercado navideño. La estructura, de 10 por 25 metros, chocó contra los árboles de la plaza Eusko Gudariak y causó algunos desperfectos en la fachada de un edificio de viviendas, así como en la balaustrada de una terraza. En Muskiz, con una veintena de intervenciones, voló la chapa del tejado en un inmueble del Grupo Laureta.
En Getxo, el fuerte oleaje llevó al Ayuntamiento a cortar el paseo de Ereaga coincidiendo con la pleamar de la tarde y distribuir sacos terreros por los locales hosteleros y comercios del Puerto Deportivo y el Puerto Viejo. Las olas rompieron con fuerza, aunque no llegaron a causar daños materiales. La caída de árboles y señales de tráfico complicó también el tráfico a primera hora. Por ejemplo, el viento tiró un chopo de grandes dimensiones en la zona de Iturgutxi, lo que obligó a cortar un estrecho vial. En la calle Bizkerre de Algorta, otro árbol cayó sobre una autocaravana y un coche que estaban allí estacionados. En Leioa, varias láminas del tejado del gaztetxe se desprendieron hasta caer al suelo. Los contratiempos también se dejaron sentir en Barrika, donde algunos barrios amanecieron con problemas eléctricos en sus viviendas hasta que se solucionaron al cabo de la mañana.
El oleaje se sintió con mucha fuerza en esta zona, sobre todo en Lekeitio, pero el viento también se notó en tierra; en concreto, provocó la caída de varios árboles sobre el trazado de la BI-631, en el alto de Sollube, lo que obligó a cortar totalmente la vía durante las primeras horas de la mañana. Pasadas las 10.00 horas, se habilitó un paso alternativo que, en todo caso, tuvo un tráfico más denso de lo habitual. En la entrada a Bermeo, se desprendió parte del mural que recrea una escena entre un arrantzale y una neskatila. En estas comarcas el temporal produjo cortes de telecomunicaciones en el centro de salud de Markina, el consultorio de Etxebarria y varios colegios, aunque no llegaron a estar incomunicados.
Tras una noche de intensas rachas, los efectos más destacados del vendaval en esta comarca se dejaron ver en el mismo centro de Galdakao, donde el árbol de Navidad que adornaba la plaza Iturriondo se desplomó hacia las 7.00. La Policía Municipal acudió de urgencia al lugar y los electricistas repararon el cableado y la luminaria del abeto para devolverlo a su sitio. En Ugao-Miraballes, por su parte, vecinos de Zollo avisaron a la guardia urbana de que un árbol se había caído en torno a las 8.30 de la mañana en medio de la carretera que se dirige al municipio, concretamente la BI-4251.
El temporal fue algo más tranquilo en el Duranguesado, aunque también hizo estragos por las precipitaciones. Una gran balsa de agua colapsó el paso subterráneo de Olaburu, en Iurreta, y encima un vehículo sin ocupantes quedó atrapado en su interior pasadas las 6.30 de la mañana. El tráfico tuvo que ser cortado a la espera de que una grúa acudiera hasta el lugar de los hechos para repescar el turismo. La circulación quedó restablecida a primera hora de la mañana sin registrarse más incidentes.
La Diputación Foral de Bizkaia ha suspendido las actividades de deporte escolar en el mar para este fin de semana, los días 14 y 15 de diciembre, debido a la alerta amarilla activada por riesgo marítimo-costero.
Según han informado fuentes forales, la suspensión afecta a las competiciones y actividades de iniciación y recreativas que se lleven a cabo en el medio marítimo como pesca, piragüismo, remo, surf, triatlón, vela y voley playa.
En San Sebastián el viento ha causado problemas durante la noche. La caída de un árbol a la altura de Anoeta hacia las 4.37 horas ha provocado el accidente de una furgoneta en la capital donostiarra en el que tres personas han resultado heridas y han sido trasladadas al hospital.
Además, carreteras como la GI-636 en sentido Behobia o la N-634 han tenido que ser cortadas al tráfico y los bomberos han realizado multitud de intervenciones a lo largo de la madrugada. Árboles caídos, vallas derribadas, contenedores en la vía, cubiertas sueltas... las consecuencias de la alerta naranja por viento se están haciendo sentir en San Sebastián, donde el Ayuntamiento cierra este viernes los pasos a todas las playas de la ciudad y los paseos de la costa ante el anuncio de un fuerte temporal marítimo con gran impacto de olas, y multará a aquellos que accedan a las zonas no permitidas. El edil ha explicado que ante las previsiones de que puede producirse «el temporal más duro de las últimas fechas», el consistorio va a adoptar medidas preventivas «correspondientes a una alerta roja», después de recibir avisos de alerta roja de Aemet y de naranja de Euskalmet. Ha pedido la colaboración de la ciudadanía, a la que ha advertido de que, pese al «atractivo» que tiene el impacto en la costa de las olas de gran altura, no lo contemplen en las zonas prohibidas, que serán valladas.
En Cantabria ya están en alerta roja desde este jueves, cuando empezaron a adoptar medidas ante las previsiones que se esperan para este viernes en la zona oriental. Precisamente, fue ayer a última hora de la tarde cuando Santander sufrió un apagón que afectó a 30.000 viviendas debido al temporal, que también ha tirado un techo en la Plaza de las Cervezas y ha desplazado mobiliario urbano durante esta madrugada.
Este viernes. 37 provincias están en riesgo por viento, lluvia, aludes, deshielo y oleaje, aunque lo peor se espera en Bizkaia, Cantabria y Gipuzkoa.
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