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«Nos estamos jugando el futuro. Se entra o no en una carrera por unas décimas. Y ahora nos hacen esto...». Esto ocurrió ayer por ... la mañana en la Facultad de Magisterio de Leioa. Medio centenar de estudiantes se enfrentaban allí al examen de Matemáticas para Ciencias Sociales de la Selectividad. Según su relato, el retraso en el acceso a la prueba recortó el tiempo para responder a las preguntas de los 90 minutos previstos a sólo 60.
«Nos han quitado media hora y nadie ha podido terminar». Lo cuenta una de las jóvenes afectadas que prefiere no identificarse ante el temor de que protestar públicamente pueda perjudicarle. Desde la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) aseguran que, pese a que en la clase había entre 40 y 50 personas, únicamente resultaron afectados ocho estudiantes, aunque no aclaran de qué modo ni en qué sentido, ni por qué el resto no han sido afectados. Los mismos medios oficiales señalan que, en todo caso, ayer por la tarde nadie había presentado formalmente una reclamación por el asunto.
Los protagonistas de este lance asumen eso último. «Les dijimos a nuestros profesores lo que había ocurrido y nos dijeron que presentarían una reclamación. Aún no lo han hecho, pero también nos dicen que no tienen muchas esperanzas de que cambie nada». Lo que no comparten de la argumentación de la Universidad es que solo haya ocho personas afectadas. «A nadie le dio tiempo a terminar. La gente salía llorando. Todo el año estudiando, buscando la centésima para entrar en lo que quieres, y en un momento te toca alguien sin la mínima empatía y lo echa todo por tierra». Los términos «indignación» y «desolación» son utilizados con frecuencia.
Según la versión de estos jóvenes, la prueba empezaba oficialmente a las 11.15 horas, pero al acceder al aula «la profesora que iba a cuidar el examen nos ha hecho ir entrando uno a uno, dejando las pertenencias en la parte delantera de la clase. Todo fue muy lento». La cuestión es que comenzaron a responder las preguntas «a las doce menos cuarto, media hora después de lo previsto. Una alumna ha preguntado si podríamos recuperar los 30 minutos perdidos, y nos dijeron que no». Como consecuencia de esta situación «la mayoría» no ha podido ni empezar a resolver la última cuestión «que valía 2,5 puntos». Ahí llegaron los llantos.
Desde la UPV/EHU no quisieron entrar en el relato de lo ocurrido ni confrontar opiniones más allá del argumento avanzado anteriormente: que, por alguna razón, solo hay ocho personas afectadas, y que no se ha presentado todavía ninguna reclamación.
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