«Todavía nos queda un camino por recorrer a favor de la igualdad, en primer lugar en la Iglesia»

En un acto celebrado con motivo del 8-M en la parroquia El Carmen de Indautxu, el prelado ha destacado que en esas ocho personas reconocen a todas aquellas, «la mayoría mujeres», que crean «comunidad en la Iglesia en un momento en que la comunidad está débil». Segura ha destacado que se han dado «muchos pasos» a favor de la igualdad, pero ha reconocido que «aún nos queda un camino por recorrer, en primer lugar en la Iglesia». En ese sentido, ha precisado que, a lo largo de su historia, la curia «ha encumbrado» con el título de doctores a 36 personas, de las que «solo 4 son mujeres». Suponen un 11%, cuando «sabemos», ha dicho, que, «si se trata de ser maestras de la fe, las mujeres tienen un peso muchísimo más importante».

El obispo ha apuntado que la falta de equidad afecta a todos los ámbitos. Y ha desgranado que los Premios Nobel, en 125 años, han recaído en 887 hombres y 59 mujeres, «un 6%». También ha puntualizado que, de las 900 calles que tiene Bilbao, solo 30 están dedicadas a mujeres, «un 3,3%». «Si miramos fuera de casa encontramos consuelo», ha bromeado. Pero ha hecho un llamamiento a no ser complacientes, porque queda «mucho por hacer para que la contribución a la vida social de las mujeres se reconozca como debe».

La mejor manera de hacerlo, ha subrayado, es «desde la educación»; ese es «el punto fuerte». «Trabajaremos en nuestros centros educativos, en parroquias, en grupos scout, en centros de orientación familiar...», ha señalado antes de añadir que «solos no vamos a poder lograr mucho, porque es un problema que supera a cualquier actor individual». De ahí que avanzar pase por coordinarse con «instituciones públicas y privadas que comparten esta misma preocupación».

El evento ha comenzado con la actuación de Abesti Lagunak, coro de Carranza que desde hace cinco años promueve la iniciativa 'Los lunes sin sol', en la que se concentran cada mes para denunciar los asesinatos machistas. Tras guardar un minuto de silencio por las 65 guerras y conflictos armados del mundo, el obispo ha entregado los galardones a las ocho mujeres elegidas en esta cuarta edición.

Mila Urbieta ha intervenido en nombre de todas ellas, «una gran familia», y ha agradecido el reconocimiento, pero también a los padres y madres, «que pusieron en nosotras la simiente de la fe» y a «todas las personas que han tomado parte en nuestra formación». Tampoco se han querido «olvidar» de los de casa, que «se merecen una parte porque, a pesar de sentir nuestra ausencia, nos han apoyado en todo y animado siempre».

En un vídeo proyectado durante el acto en el que las protagonistas explicaban su aportación a la comunidad, han hablado de su «compromiso» y han reclamado que se haga «un esfuerzo» para «hacer una lectura del Evangelio, de la Iglesia y de la vida más femenina» porque, como han indicado, «no se entiende hoy en día que la mujer tenga aún limitado el acceso a muchas parcelas de la Iglesia».