¿Qué hacen nuestros políticos en vacaciones?

Al alcalde de Bilbao las vacaciones lejos de Euskadi ya se le han acabado. «En julio he estado diez días con Arantza, mi mujer, en Canarias», desvela. Pero todavía queda todo agosto por delante... «Bueno, como todos los veranos, la familia al completo estamos con mi ama en Bakio, desde donde voy y vengo todos los días al Ayuntamiento», señala. ¿Hará alguna excepción en esta rutina? ¡Claro! «En Aste Nagusia que me quedo en Bilbao», aclara el regidor.

¿Descanso total en la playa o viajes para descubrir lugares de valor artístico? Bueno, no son cosas incompatibles. Al menos, si escoges el destino adecuado. Vicente Reyes, subdelegado del Gobierno en Bizkaia, está pasando unos días en Puglia, en 'tacón' de Italia, donde no le falta de nada. «Es una zona muy turística, pero sobre todo hay italianos -aclara-. En Puglia se come muy bien, es una zona con viñedos, con toque rural... pero también con joyas del arte románico y con un barroco del siglo XVII muy particular y excesivo», describe desde la distancia. Reyes, que permanecerá diez días en el sur de Italia, está aprovechando también para ver los llamados 'castillos aragoneses', fortificaciones de cuando la Corona de Aragón se extendía hasta esta remota parte de Europa.

Raquel González, presidenta del PP de Bizkaia y concejala popular en el Ayuntamiento de Bilbao, ha tenido unos meses vertiginosos. Por eso, ahora toca coger fuerzas. «Hago una escapada a un pueblo del norte de Burgos para descansar -indica-. Es donde mejor están los niños y donde nos juntamos toda la familia. Sólo tiene diez habitantes, pero es el paraíso para desconectar y cargar pilas».

Hasta dentro de unos pocos días, el lehendakari Urkullu no estará oficialmente de vacaciones. Sin concretar exactamente dónde pasará su tiempo de descanso, fuentes de su gabinete aseguran que su verano será «de lo más normal», sin destinos exóticos, billetes de avión ni planes extravagantes. Urkullu permanecerá en Euskadi para disfrutar al máximo con su familia antes de reincorporarse a su trabajo en Ajuria Enea en septiembre. Y si no está acompañado de sus seres queridos, aprovechará los ratos a solas para dedicarse al ejercicio y a la lectura.

Como ya es habitual en sus últimos veranos, se marchará a Ollauri (La Rioja), un lugar que está «cerca, pero lo suficientemente lejos para tener un poco de tranquilidad» junto a su familia numerosa, explica. «Es como estar en casa, pero con un ligero cambio». Ir a la piscina, «estar encima de los niños», recibir a amigos que les visitan, hacer unas chuletillas a la parrilla... Son algunas de las actividades que marcan un periodo en el que parece «que te cunde más el tiempo, como si el día tuviera más horas». A la presidenta del Parlamento Vasco le resulta sencillo apartarse de su rutina habitual, «pero eso no es un impedimento para leer las noticias y saber qué es lo que está pasando». Cuando sus mellizos, de tres años, «sean un poco mayores», Tejeria no descarta pasar las vacaciones en destinos más lejanos, pero por ahora su familia necesita la comodidad que le ofrecen La Rioja y San Sebastián, en donde pasará la Semana Grande a petición de sus dos hijas mayores.

Tras un año «especialmente intenso» para ella y para su marido, el también socialista Alfonso Gil, Idoia Mendia necesita «más que nunca» unas vacaciones tranquilas y reposadas. Como ya lo han hecho en años anteriores, la pareja pasará el mes de agosto en la Costa Brava, un lugar en donde han hecho muchas amistades y han forjado vínculos con miembros del PSC. En esta ocasión, el matrimonio irá junto a su hijo menor y con su perra Lur, fiel compañera en muchos de sus viajes. Durante sus vacaciones, la secretaria general de los socialistas vascos aprovechará para leer, pasear por el Golfo de Rosas, cenar con sus amigos y quizá pasarse por la Provenza. Pero no todo será descansar. Mendia reconoce que «no consigue del todo» dejar a un lado sus obligaciones ni la actualidad política, y además, estudia la posibilidad de participar en la Escuela de Verano organizada por los socialistas catalanes.

Como en los últimos dos años, Arnaldo Otegi se marchó, junto con «buenos amigos» a Córcega, «una isla espectacular». No se trató simplemente del típico plan de playa, pues no quiso abandonar su costumbre de practicar deporte durante todo el año y fue también a las zonas montañosas del lugar para hacer senderismo. Durante su estancia en la isla francesa continuó prestando atención «a lo que ocurre en la vida política de Euskal Herria, el Estado y Europa», aunque sin dejar de disfrutar de la compañía de sus amistades y del ejercicio. También aprovechó sus ratos a solas para «satisfacer con mayor intensidad» una de sus grandes aficiones: la lectura. Este verano ha tenido entre sus manos obras de Jack London, John Steinbeck, Yuval Noah Harari y «con muchísima ilusión» ha releído 'Ébano', de Kapuściński.

Lander Martínez prefiere los destinos inusuales y poco turísticos a las vacaciones veraniegas típicas de sol y playa. «Al fin y al cabo, podré ir a lugares como Roma o París cuando quiera», explica. Por eso acaba de regresar de Varsovia, una ciudad muy especial para el secretario general de Podemos Euskadi, ya que vivió en ella hace ocho años, mientras estaba de Erasmus, y no había vuelto a pisarla desde entonces. En esta ocasión, no ha planificó un itinerario rígido y lo que esperaba con más ilusión era reencontrarse con los amigos que hizo mientras estudiaba en la ciudad polaca. Martínez también tuvo tiempo para leer: '¿Qué hacer en caso de incendio?', un ensayo sobre el cambio climático, y 'Claus y Lucas', una novela sobre la época de posguerra en Hungría.