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Rosa Olivares se ha encontrado el huerto «destrozado». Durante el confinamiento ha puesto semilleros en casa por primera vez. YVONNE FERNÁNDEZ

«Los puerros han echado flor y las cebolletas no han engordado»

Los huertos urbanos municipales de Bilbao reciben ya a los adjudicatarios tras levantarse la veda impuesta durante el periodo de confinamiento dictado a causa del Covid-19. Los de los huertos privados trabajan en sus parcelas alquiladas desde el 11 de abril

Miércoles, 6 de mayo 2020, 15:38

A José Andrés Fernández, profesor e investigador de la UPV, se le han echado a perder los puerros, a las escarolas les ha brotado la flor y las cebolletas no han engordado lo suficiente porque han crecido hierbajos a su alrededor que les han quitado ... media vida. Las habas que con tanto mimo cultiva Manuel, pensionista, están fibrosas y más que para una tortilla y tiernas, como a él le gusta comerlas, le servirán para guisarlas «aunque quedarán bastante secas». Y Rosa Olivares, de profesión secretaria, no ha podido aprovechar nada de las berzas, los puerros, los guisantes y las cebolletas que tenían en sus 20 metros cuadrados de huerta porque sin haber podido atender la parcela durante la cuarentena ha encontrado «todo destrozado». Los tres han pasado la mañana quitando hierbas y desbrozando el terreno con la ayuda de Mikeldi Llona, que ejerce las labores de tutoría entre los adjudicatarios de los huertos ecológicos municipales de Rekalde, y así transcurrirá el resto de la semana. Por San Isidro, el 15 de mayo, tienen previsto plantar tomates y pimientos verdes y esperar a que el tiempo acompañe para recoger los frutos.

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El área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao ha reabierto hoy las huertas ecológicas municipales de Rekalde, Otxarkoaga y Artxanda. Por su reducida superficie no fueron considerados campos de producción, por lo que estar trabajando en ellos quedó vetado desde el inicio del estado de alarma y durante el periodo de confinamiento dictado por el Gobierno Central a causa del Covid-19. Pero ahora los huertos urbanos figuran entre las indicaciones realizadas por las autoridades sanitarias en la Fase 0 del Plan de Desescalada, que regula las actividades no profesionales de cuidado y recolección de productos agrícolas, de manera que vuelven a su horario habitual, de 9.00 a 21.00 horas, de lunes a domingo, aunque con restricciones. No podrán acceder todos los usuarios al mismo tiempo. Los días pares, las personas concesionarias de las parcelas pares y los impares las de las parcelas impares. Todos, eso sí, provistos de mascarilla y guantes. No podrán usar las taquillas y deberán llevar sus propias herramientas para trabajar la tierra.

«Ha sido descorazonador ver las hierbas crecidas, pero la oportunidad de poder venir aquí aunque sea a oxigenarte después de pasar todo el día frente a un ordenador o como ahora, en casa, es impagable», señala José Andrés Fernández, oculto tras una mascarilla de tela, sudando la gota gorda porque pega el sol y con la camiseta quitada «Durante la cuarentena me he acordado del huerto constantemente. Es algo que están cuidando todo el año y de la noche a la mañana se quedó ahí sin poder atender», recuerda. Rosa Olivares comenta que ha aprovechado este tiempo para hacer semilleros de tomates y de calabazas en casa por primera vez. «Tengo las plantitas un poco crecidas y las voy a traer en cuanto arregle este desaguisado», explica esta mujer que hasta hace un año no había tenido contacto con la agricultura ni nada que se le pareciera. «Antes tendré que layar la tierra y Mikeldi pasará el rotavator. Pero tendré que comprar una azada. Este hobbie es un relajo, pero has de tener paciencia porque la cosecha no crece de la noche a la mañana».

Los arrendadores de huertos urbanos privados, en cambio, pudieron retomar la actividad hace tres semanas por tiempo limitado, después de que el Gobierno vasco aprobara el acceso el pasado 11 de abril. Es el caso de quienes tienen un terreno alquilado en Huertas Lúdicas, empresa propiedad de Ricardo Villar, un joven getxotarra que hace once años decidió poner en marcha una alternativa de ocio sana, natural y diferente para los amantes de la naturaleza en Erandio y Gorliz. «A mucha gente se le ha estropeado la cosecha de invierno en un mes, pero a muchos les ha dado igual. Lo que han agradecido es poder salir de casa, están todos viniendo como locos desde hace días a sus parcelas. De Bilbao, de Barakaldo, de Sestao, de Portugalete, de Getxo, aquí vienen de todas partes».

«Esto es mejor que tener perro»

El portugalujo Ignacio Bernal tiene una parcela de 115 metros cuadrados alquilada en Erandio desde hace siete años. «Me jubilé y eso de estar en casa no va conmigo, así que busqué algo para estar distraído. Esto siempre me gustó y yo me lo he tomado como quien va a un gimnasio. Tomates, pimientos, berenjenas pepinos... estoy preparando la temporada de verano. Tenía los puerros medio estropeados, las lechugas tenía que haber puesto una segunda tanda y no ha podido ser», indica. Carmen comparte el terreno con dos amigos, Rafa y Marisa, los tres naturales de Sestao. Les encontramos sembrando cebolla blanca y roja, «la teníamos que haber sembrado ya, pero ha sido imposible. Aquí te olvidas del coronavirus, es mejor que tener perro«, advierten. El matrimonio formado por José Luis Goyenechea y Celia Ferraces, del barrio bilbaíno de Santutxu, que pagan 61 euros mensuales por un terrenito de 93 metros cuadrados, están en plena siembra de alubias. «Luego vendrán las cebollas, las vainas, los ajos y las lechugas».

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También tiene calabacines y dos macetas con fresas y lechugas todo el año. «Los tomates han crecido demasiado y se me han quedado un poco secos. Hace unos días estuvo la Ertzaintza porque había mucha gente. Pero aquí no nos juntamos unos con otros para nada, cada uno está en su parcela con sus cosas«. Han aprendido a cultivar con la ayuda de Google y Youtube, explican. José Antonio Rodríguez, también de Bilbao, acaba de plantar calabacines y pimientos y cree que los recogerá a primeros de julio. «A los puerros les ha salido la porreta, que suele decirse, y ya no valen. Todas las plantas tienen su ciclo y a finales de marzo el puerro suele estropearse». A casa, donde tiene semilleros en la terraza, se lleva unas habas.

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