El puente entre Erandio y Barakaldo cruzará 240 metros con pilares en la ría

El viaducto cruzará un tramo más extenso de ría que cualquier otro. Por ejemplo, mide 150 metros de anchura a la altura del Puente Colgante. Por eso, será necesario que disponga de pilares clavados en la roca que existe debajo de los lodos de la ría, a unos 30 metros de profundidad. La ubicación definitiva se eligió tras estudiar nueve trazados posibles, según explicó el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales. Se analizaron aspectos como el número de potenciales usuarios o su cercanía a medios de transporte público. Además de los que lo crucen por ocio, por el puente pasarán unos 5.900 usuarios al día por «razones de movilidad obligada»: para ir a trabajar, estudiar o al médico, evitando 1.400 viajes en coche. Y las paradas de Renfe en Barakaldo y del metro en Erandio están a pocos metros.

La Diputación iniciará a finales de mes unos sondeos para conocer mejor los fondos de la ría, que son los que determinarán el trazado exacto. Y ha encargado el diseño del puente a tres prestigiosos ingenieros especializados en viaductos de gran complejidad. Mariano Villamariel, Mario Guisasola y Mike Schlaich, un alemán que es una referencia «mundial en infraestructuras», plantearán diferentes soluciones a la institución foral. El puente será móvil para garantizar la navegabilidad de la ría, pero podrán proyectarlo como un puente giratorio, levadizo o basculante, como el de Deusto. Eso sí, todavía no se sabe la altura a la que llegará la estructura, ni la cota de puente cerrado, es decir, cuánto podrán medir los barcos que serán capaces de pasar por debajo sin necesidad de abrirlo. Lo ideal es que no tenga mucha pendiente, ya que eso lo haría inviable para el tránsito ciclista o peatonal. Los técnicos creen que debería abrirse un máximo de 120 veces al año.

Además, el viaducto deberá diseñarse de tal forma que los pilares permitan un paso de navegación de 50 metros de anchura para los buques mercantes. La Administración elegirá la propuesta que ofrezca la mejor solución técnica y estética, ya que el objetivo es que también sea un puente bonito con espacios de estancia y zonas verdes.

El proyecto constructivo estará finalizado en febrero de 2022 y se calcula que las obras puedan arrancar a finales de ese año para estar ya completas en 2024. La infraestructura permitirá «coser la ría a través de dos puntos clave», dijo Pradales. Y posibilitará que se multipliquen las alternativas de movilidad en toda la zona. Por ejemplo, alguien de Leioa podrá llegar al Megapark en veinte minutos en bicicleta. La pasarela costará cerca de 16,5 millones y llegará acompañada por el bidegorri voladizo que conectará Bilbao con Getxo por la ría, que costará otros 20. «Vamos a provocar una transformación radical de los hábitos de movilidad en todo el ámbito metropolitano», afirmó Pradales.