El puente móvil que unirá Erandio y Barakaldo se llamará 'All Iron' «o alirón, como cada uno quiera»

El nombre evoca el pasado industrial de la Margen Izquierda. La historia es de sobra conocida: '¡All iron!' (¡Todo hierro!) es lo que gritaban los primeros mineros de la zona, la inmensa mayoría británicos, cuando encontraban algún yacimiento óptimo. El extremo del puente que partirá desde Barakaldo lo hará justo desde la zona en la que funcionó durante años la acería El Carmen, abierta en 1855 y germen de los Altos Hornos de Vizcaya. La metáfora estaba servida: la pasarela «une nuestro pasado industrial y nuestro presente», ha dicho Rementeria.

El guiño también es deportivo porque la expresión 'alirón' que acuñó la cupletista Teresita Zazá en 1913 fue asumida después por los hinchas del Athletic para animar al equipo. El arraigo es tal que llegó a formar parte del antiguo himno del equipo rojiblanco. La nueva versión, la actual, fue presentada tal día como hoy hace 40 años. Así lo ha recordado José Ángel Iribar en el acto celebrado en Barakaldo para anunciar el nombre del puente. Además del diputado general también han estado presentes las alcaldesas de la ciudad fabril, Amaia del Campo, y de Erandio, Aitziber Olibán, la responsable foral de Administración Pública y Relaciones Institicionales, Elisabete Etxanobe, y el vicepresidente del club rojiblanco, Jon Ruigómez.

'All Iron Zubia' es una de las obras más emblemáticas que la Diputación tiene proyectadas en el entorno de Bilbao. Diseñado por el arquitecto Mike Slaich, pretende «transformar» la movilidad del entorno ofreciendo una conexión inédita entre ambas márgenes de la ría. Lo hará en un punto estratégico que unirá la futura senda ciclable que se va a ejecutar entre Bilbao y Getxo y el bidegorri que ya existe entre Zierbena y Barakaldo, al que le queda un pequeño tramo por construirse para quedar enlazado con la capital.

La pasarela tendrá una longitud de 240 metros y se sostendrá sobre 12 pilas ancladas al lecho de la ría. La zona central quedará vacía ya que los dos extremos del puente girarán en el caso de que sea necesario para permitir el paso de barcos, dejando un cauce navegable de 50 metros. La infraestructura no será recta sino curva para salvar el desnivel existente y facilitar así el tránsito a pie o en bicicleta. El proyecto salió a licitación el pasado enero con un presupuesto de 26 millones. Se espera que las obras arranquen antes de que acabe el año y deberían estar finalizadas en 30 meses. Debería entrar en funcionamiento para 2026.