Un puente de 40 metros enlazará Bermeo con la senda a Gaztelugatxe

La complejidad orográfica en el recorrido, sin embargo, obligará a la construcción de una pasarela peatonal para salvar el tramo que transcurre por el valle del arroyo Madariaga. De hecho, la estructura prevista para instalar en esa zona, que tendrá 40 metros de longitud, una altura máxima de unos 18,5 metros en su punto central y un ancho de 1,5, servirá para salvar la luz de 47 metros, que separan ambas márgenes de la vaguada del río.

La elevación sobre el terreno abrupto, que se asomará hacia la mar sobre un paraje virgen, otorgará, sin duda, «un atractivo añadido al recorrido», se subraya en el anteproyecto del trazado encargado por el departamento de Sostenibilidad y Medio Natural de la Diputación, a fin de valorar su construcción.

Queda aún por definir qué tipo de puente se entendería mejor dentro del lenguaje del paisaje por el que discurrirá el sendero costero entre Bermeo y el faro Matxitxako. Las garantías de seguridad priman y se quiere que sean las mejores.

Se plantearon tres alternativas. Una de ellas consistía en lanzar un puente colgante tibetano o lo que es lo mismo, un paso con suelo de tablones sustentado por un conjunto de cables. También se ha estudiado la posibilidad de construir una pasarela de madera en forma de arco, así como una tercera tipología de puente rígido y recto, con vigas de madera laminada, que supondría un coste superior al estimado para las anteriores propuestas.

En cualquier caso, la Administración foral ha sacado a licitación el proyecto de construcción de la pasarela con un presupuesto de 585.927 euros y un plazo de ejecución de siete meses, a partir de su adjudicación.

El paso voladizo sobre el estrecho valle de Madari se localizará en el cuarto tramo de los seis en los que está previsto que se divida la futura senda, que partirá desde el aparcamiento situado junto al campo de fútbol Itsas Gane de Bermeo hasta Lurgorri (área recreativa de Ermualde).

El paseo, de 7,5 kilómetros de recorrido, ha obtenido el informe medioambiental favorable tras ser sometido al procedimiento de evaluación de su impacto en el entorno protegido. «No tiene efectos adversos significativos sobre el medio ambiente», concluyeron desde el área foral de Sostenibilidad y Medio Natural. La estructura de la pasarela, que requería de otro documento ambiental aparte, para determinar las afecciones que pudiera generar en la Red Natura 2000, correspondiente a la zona protegida de Urdaibai-Gaztelugatxe, también ha superado los controles necesarios en ese sentido.

El proceso constructivo de la superestructura, que tendrá que ser «de tipo vientre de pez», se llevará a cabo en cuatro fases, a partir de la entrada de la maquinaria necesaria para el desbroce y despeje de la vegetación en el terreno forestal afectado. La concepción del paso está condicionada, por otra parte, por la presencia de 'Woodwardia radicans', un helecho protegido dentro del catálogo vasco de especies amenazadas, que se desarrolla justo debajo del punto en el que se quiere levantar el paso elevado de Madariaga, y cerca de la zona de ocupación temporal prevista para la ejecución de su obra.

Además, los trabajos estarán supeditados «a la dificultad de acceso al lugar donde se instalará la pasarela», así como «la agresividad del ambiente, puesto que la proximidad del mar, a escasos 300 metros, exige el uso de protecciones para los materiales», señalan las mismas fuentes. El puente, que se montará de forma modular, estará formado, asimismo, por «cordones de madera, perfiles metálicos y cables de acero», detallaron.