Manuel Lezertua mira por una ventana de la sede bilbaína del Ararteko.Fernando Gómez
«No puede ser que el 36% del trabajo del Ararteko sea atender quejas por la RGI»
Manuel Lezertua | Ararteko ·
«Nos han llegado casos de atención insuficiente en la huelga de las residencias. La Diputación actuó rápido, se desplazó allí y sancionó a los centros»
Responde mirando a los ojos y no rehúye ningún tema, pero mide sus palabras cuando se le pregunta por Cataluña. Gran conversador, de currículum interminable, ... no mira el reloj en una charla que se alarga dos horas. Es el cuarto Ararteko de la historia.
- Su último informe habla de la accesibilidad en los hospitales. ¿Cómo es posible que un centro sanitario nuevo, Urduliz, coloque las máquinas de citas demasiado altas?
- Yo he recordado lo que dice la ley vasca de 1996, donde están previstos los planes de accesibilidad. Hay que analizar esas carencias y hacer una planificación razonable. Es cierto que los nuevos complejos, como Urduliz, cumplen de manera más exigente con los requisitos. Pero no está limpio de defectos. Hace falta más sensibilidad en quienes acometen obras y reformas.
- Por la puerta giratoria de acceso al hospital de Cruces, complicada para las sillas de ruedas, pasan a diario cientos de profesionales y responsables. ¿Hay problemas que sólo se ven si actúa el Ararteko?
- El Ararteko intenta visibilizar social e institucionalmente los problemas, especialmente de los colectivos vulnerables. Las personas con discapacidad son uno de ellos. Mi obligación es ponerlo sobre la mesa. Osakidetza ha sido receptiva a nuestras 42 recomendaciones.
Currículum
Biografía.
Nació en Bilbao el 6 de febrero de 1957.
Trayectoria.
Inició su carrera como abogado del Gobierno vasco y trabajó casi 30 años como letrado del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y del Constitucional. Alto funcionario del Consejo de Europa, fue responsable de la división contra la criminalidad financiera. Plurilingüe, es uno de los juristas vascos más respetados.
Elección.
Tomó posesión como Ararteko en junio de 2015, por 5 años, con el apoyo de PNV, PSE y PP.
- El 36% de las reclamaciones que recibió en 2016 el Ararteko llegan de perceptores de la RGI. Es la principal ayuda vasca pero, aún así, ¿no es excesivo ese número de quejas?
- Esperábamos que, con la mejora de la situación económica, fuera reduciéndose la cifra, y no ha sido así. Van cambiando los motivos, algunos se han solucionado. Durante cuatro años pedimos que las bajas del servicio de solicitante de vivienda, que implicaban la suspensión, se comunicaran directamente y no en un tablón. Lo han hecho. ¿Es excesivo el volumen que llega? Sí, lo es. Y esperamos que descienda. Pero la nueva reforma, como cualquier cambio, puede provocar lo contrario. Me gustaría poder dedicar más tiempo a otras cosas y menos a la RGI. Insisto en que no dejamos a nadie sin respuesta. Hicimos 11.000 intervenciones en 2016, un 26% más que el año anterior y un 46% respecto a principios de la crisis. Con el mismo personal.
- ¿Comparte el Ararteko los pilares de la anunciada reforma de la RGI? Una por vivienda, prescripción de pagos indebidos, rebaja del tiempo de empadronamiento...
- Ahora hay que dejar trabajar a los parlamentarios. Sería prematuro. No debo prejuzgar para preservar mi independencia.
- ¿Lanbide hace lo suficiente para acabar con el fraude?
- Sí, según las propias cifras de fraude de Lanbide, que son muy bajas. Para que el sistema sea creíble y sostenible, es importante que se atajen esos casos. Porque la RGI exige un esfuerzo importante a la sociedad vasca y es fundamental para que se acepte bien esa generosidad. Hay que ir a por los caraduras. Pero siempre sin cargas estigmatizadoras, porque el 99% actúa bien. ¿La huella digital lo es? Debe ser una medida proporcional.
- 132,5 millones en pagos indebidos en tres años es una sangría.
- Hay que diferenciarlo del fraude, porque muchas veces esos pagos son culpa de Lanbide. Un perceptor comunica que durante tres meses su hijo ha estado trabajando en un bar, pero el reajuste llega a los 90 días. La cantidad puede ser toda una losa para el perceptor. Por eso hemos pedido fraccionar las devoluciones.
El Ararteko sostiene un bolígrafo durante la entrevista.
Fernando Gómez
«Discrepancias»
- ¿Qué discrepancias mantiene con Empleo respecto a la RGI?
- Queremos que la dimensión del interés general del menor se tenga en cuenta en todas las decisiones que adopta Lanbide. En el 30% de ellas, hay menores. Hay diferencias de opinión. Nosotros nos guiamos por el convenio internacional de los Derechos del Niño y ellos consideran que no afecta al sistema de RGI. Es una discrepancia. Pedimos que se modulen las sanciones, para evitar que todo acabe en suspensión y, a la segunda, en extinción. También reclamamos que se diferencie el incumplimiento de requisitos y de obligaciones.
- ¿Cómo ha vivido la fugaz exigencia del NIE para cobrar la RGI, que hacía que algunos pudieran ser expulsados del país?
- El sistema vasco es uno de los pocos del mundo en el que se da la RGI a personas en situación irregular. Sin permiso de residencia ni de trabajo. Introducir el NIE podría interpretarse como un paso atrás.
-¿Es lógico que se les incluya?
- Depende cuál sea la finalidad de la ley. Lo que nos podríamos ahorrar en prestaciones sociales, quizá lo tendríamos que gastar en seguridad, con personas desesperadas. La ley vasca procura la cohesión social. A mí me gusta esa generosidad, coherente con nuestra historia. Supimos lo que es emigrar con una mano delante y otra detrás.
- Me gustaría conocer su opinión sobre la huelga de las residencias, que ronda los dos años. Las propias patronales y la Diputación han admitido que se ha bordeado el maltrato institucional, según el protocolo del Imserso.
- Nos han llegado algunos casos de denuncias de atención insuficiente a los mayores. Lo trasladamos a la Diputación, que actuó rápidamente y sancionó a los centros donde constató un trato incorrecto. Han subido los servicios mínimos, pero una huelga tan larga es preocupante.
Las claves
Referéndum independentista.
«Vivo con desazón lo de Cataluña. No hay ley sin democracia, ni esta sin ley»
Renta de Garantía de Ingresos.
«La exigencia del NIE para la RGI podría interpretarse como un paso atrás»
Problemas de climatización.
«El Gobierno reformará cuanto antes el edificio judicial de Durango»
Ninguna por maltrato.
«En 2016 sólo han llegado cuatro quejas al área #de protección animal»
- En el número de peticiones que recibe ¿se dejan notar corrientes en boga, como los animalistas?
- Vinieron a ver a mi predecesor y creó un área específica de protección animal. El año pasado llegaron cuatro quejas y no eran por maltrato, sino por molestias al vecindario. No sé si se justifica ese área.
- ¿Cómo va el expediente sobre los problemas de frío y calor en el edificio judicial de Durango?
-El decano nos trajo ese asunto y pudimos comprobar los problemas de climatización. Ahora, el Gobierno se ha comprometido a hacer cuanto antes la reforma necesaria.
- No puedo acabar sin preguntarle, en su calidad de experto jurista y Ararteko, cómo está viviendo el vendaval que sacude Cataluña.
- Con enorme tristeza y desazón. Estoy en contacto con el Síndic de Greuges -su homólogo catalán- y con el Defensor del Pueblo nacional. No me corresponde opinar como Ararteko, por el trasfondo político. Mi independencia es mi riqueza y mi fuerza. Un par de puntualizaciones personales. Creo que hay una extrema tensión, que se habla mucho y se escucha muy poco. Me gustó lo que dijo el lehedankari en la apertura del curso apelando a la tolerancia y a la negociación. La situación ha pasado de preocupante a lo siguiente. Quiero recordar dos principios de la jurisprudencia europea: no hay contraposición entre principio democrático y legalidad. Unos invocan uno y otros el otro. Pero no hay democracia sin legalidad ni legalidad sin democracia. Y el segundo principio: toda intervención que restrinja derechos individuales debe ser proporcionada.
«Somos un contrapoder y es inevitable que las relaciones con el Gobierno sean tensas»
- Inevitablemente tensa. El Ararteko es el 'Pepito Grillo' al que la gente acude cuando le va mal. Trabajamos con personas en exclusión o que sienten que sus derechos han sido vulnerados. Muchas veces la Administración tiene razón, pero otras no. Y entonces toca decirle que no ha hecho las cosas bien. A nadie le gusta escuchar eso, ni al Ararteko. Una democracia avanzada se basa en poderes y contrapoderes, la tensión es natural.
- Algunas se quedan en el cajón, sí, no sólo las del Gobierno sino también de las diputaciones y ayuntamientos. No siempre conseguimos que nos hagan caso. Uno de los grandes activos del Ararteko es la flexibilidad, trabajamos sin corsés de plazos y procedimientos. A veces basta una llamada. En general encontramos buena disposición. No logramos el 100%, ni en Euskadi ni en ningún lado. Y, de cualquier modo, si una institución se opone, podemos acudir a los tribunales. Siempre que lo hemos hecho, nos han dado la razón. Eso nos da peso legal y moral.
- Fue una reacción dura contra el Ararteko porque ellos entendieron que habíamos sido también demasiado duros. Se recondujo la relación. Yo no buscaba polémica, sino poner encima de la mesa una ley de servicios sociales que en diez años no se ha podido desarrollar por problemas de financiación y de complejidad institucional. Desde el informe, todos se pusieron las pilas. Fue un esfuerzo importante el decreto de cartera, la zonificación y mancomunar servicios. El adelanto es mayor en Álava, pero avanza en Bizkaia y Gipuzkoa. A fin de año haremos balance.
«Lo de los 'pichis' no está solucionado»
- Es importante asegurarse de que el niño puede participar en los procedimientos. Hay que tener en cuenta su edad y sus condiciones psicológicas. Nosotros hemos intervenido para que los servicios adyacentes a la justicia que interrogan al niño en la instrucción lo hagan de la manera más apropiada. No se puede hacer de cualquier manera. Pero al mismo tiempo esa declaración es muy importante porque son sanciones severas por la vía penal, y hay que respetar las garantías del acusado. Hemos reclamado que se incluya el testimonio de los médicos que atienden a los menores. Hay que evitar la doble victimización del niño.
- Los casos a los que se refiere no conciernen a menores que estén internados, por resolución judicial. No son centros cerrados. Son niños que escapan al control de sus padres, pero están legalmente en situación de libertad. La actuación de la Diputación es extremadamente difícil. Deben ganarse la confianza del menor y, si añadimos medidas coercitivas excesivas, les perciben como enemigos. El precio de que estén en libertad es que, en algunos casos, esas medidas no sirven y se producen casos como esos. ¿Queremos una sociedad que encierra a sus chavales? En algún casos será inevitable, un asesinato y otros, pero en general prima la protección.
- Hemos intentado no añadir leña al fuego. Hicimos gestiones a petición de la familia, que vino en muchas ocasiones. Está siendo muy difícil alcanzar una solución. No estoy contento con la situación actual. Ahora están en un albergue y la situación no es buena. Este tema está sin solucionar, aunque más pacificado.
- Lo de Zorroza fue trágico. Llevaban tiempo intentando convencerles de que accedieran a otro tipo de vivienda. Hay que hacerles partícipes y establecer regímenes transitorios, pero está siendo un proceso muy largo. Hay personas que ya viven allí y debemos mantener unos mínimos de vida y de seguridad. El periodo transitorio debe abordarse como un elemento indispensable de la planificación urbana.
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