Proyectan los dos primeros almacenes de energía mediante baterías de Bizkaia

¿Qué son los bess? Se trata de edificios que contienen en su interior baterías enormes de litio ferrofosfato (LFP) capaces de conservar gran cantidad de fluido eléctrico y que casi siempre van asociados a proyectos de producción renovable (parques eólicos o solares). Su funcionamiento pasa por cargarse durante los momentos de gran producción (normalmente de día) para inyectar después a la red la energía guardada en el momento que hay picos de escasa o nula generación (por la noche).

Estas 'pilas' resuelven uno de los problemas de las centrales de aerogeneradores y paneles solares, que tiene que ver con la fluctuación horaria en la producción. Su principal problema es que son caras. En el caso de los centros que se quieren abrir en Barakaldo y Güeñes (han sido bautizados como Retuerto y La Jara), el presupuesto entregado a la Administración autonómica es de 28 y 31 millones, respectivamente. Es decir, Bess Development prevé invertir en esta operación casi 60 millones de euros.

¿A quién darán servicio estas instalaciones de almacenamiento? El proyecto que se ha empezado a tramitar no desvela a qué parques podría servir de soporte. Sí se reconoce que es un plan relacionado con las renovables. Y en este contexto, hay que destacar que el edificio de Barakaldo estaría situado en la base del monte Argalario. En esta cima hay una iniciativa en proceso de aprobación para instalar un parque eólico con cinco molinos. Y, además, existe un emplazamiento (una explanada ubicada cerca de la antigua mina de los Alemanes) calificado por el Gobierno vasco como de alto potencial para albergar paneles solares en un futuro. No obstante, tanto grupos ecologistas como el propio Ayuntamiento del municipio se han posicionado en contra de la colocación de aerogeneradores en el que es el monte más querido del pueblo. En el caso de Güeñes, hay hasta cuatro parques eólicos que se están intentando desarrollar en la zona.

Los dos 'bess' planteados están muy próximos a nudos estratégicos para la distribución eléctrica. El punto de almacenamiento de Barakaldo se construiría en una parcela de 2.700 metros cuadrados que se sitúa a solo 60 metros del centro de transformación de Retuerto, ubicado frente al campo de fútbol de Ibarreta, en la carretera N-634. El de Güeñes, por su parte, ocuparía 56.000 metros cuadrados y contaría con una línea de evacuación subterránea de 326 metros hasta enganchar con la red de interés general.

Uno de los aspectos a los que prestan más atención ambos proyectos es el riesgo de incendio. Los dos centros contarían con medidas especiales de seguridad y de autoextinción. Aunque no son frecuentes, el fuego es uno de los mayores peligros que soportan este tipo de instalaciones.