Jose Maria M . S. (derecha), profesor de Gaztelueta acusado de abusos sexuales a un alumno, en compañía de su abogado Eduardo Ruiz de Erenchun en 2018. Fernando Gómez

El exprofesor de Gaztelueta condenado por abusos se libra de la cárcel

Penado con dos años de reclusión, la Audiencia de Bizkaia desestima la petición de la familia del alumno para que entrara en prisión

Koldo Domínguez

Bilbao

Lunes, 9 de noviembre 2020, 11:29

José María Martínez Sanz, el exprofesor del colegio Gaztelueta condenado por abusos sexuales a uno de sus alumnos, no entrará finalmente en prisión. La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha desestimado la petición de la familia del joven para que el ... exdocente entrara en la cárcel, a quien el Tribunal Supremo rebajó a finales de septiembre la pena inicial de 11 años a la que había sido condenado por otra de dos.

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De esta manera, Martínez Sanz continuará en libertad, al menos por un periodo de tres años, que es el que fija el tribunal en un auto hecho público este lunes. Si durante ese tiempo el condenado volviera a delinquir, la Audiencia advierte de que revocará la suspensión de la condena y ordenará su ingreso en prisión.

Según los magistrados, en este caso concurren las condiciones exigidas para suspender la ejecución de la sentencia del Supremo: la pena no es superior a 2 años; Martínez Sanz carece de antecedentes y no se ha impuesto el pago de responsabilidad civil. «Es, por tanto, un delincuente primario y se considera que la ejecución de la pena no es necesaria para evitar la comisión futura de nuevos delitos», expone.

La abogada de la familia presentó el pasado lunes una petición para que el exprofesor, miembro del Opus Dei, entrara de inmediato en la cárcel argumentando que, debido a la «gravedad del delito, cobra especial relevancia» enviar el mensaje a la «sociedad en general» de que la «comisión de este concreto hecho delictivo por cualquier ciudadano supone un castigo de ingreso en prisión».

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Sin embargo, la Audiencia ha valorado que los abusos por los que fue condenado el exdocente se remontan a hace más de 12 años y que desde entonces no ha cometido delito alguno y ha cumplido con sus «obligaciones ante la Administración de Justicia». Además, ha sido apartado de las tareas docentes, por lo que ya no tiene contacto con alumnos.

«Ninguna razón»

«No apreciamos ni un solo motivo o ninguna sola razón que nos permita afirmar que es razonable esperar que la ejecución de la pena de prisión es necesaria para evitar la comisión de nuevos delitos por el penado (...). Ni siquiera la alegada finalidad de prevención general se nos revela con la entidad que significa la acusación particular, porque la percepción del mensaje que se transmite a la sociedad es subjetiva (...) y entendemos que la sociedad tiene el general conocimiento de que la comisión de este delito puede conllevar la pena de prisión con el efectivo ingreso en la misma», recoge el auto.

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