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El 'Boeing 737 Max 8' es lo último en tecnología del fabricante estadounidense. Un avión en el que había depositadas –y todavía las hay- muchas esperanzas por parte de aquellas aerolíneas que quieren ofrecer un nuevo tipo de operación gracias a su bajo consumo: ... los vuelos de largo radio con una aeronave de fuselaje estrecho. Este aparato podría alcanzar con garantías la costa Este de Estados Unidos desde Loiu. No tendría problema alguno para cruzar el charco saliendo de un aeropuerto como el de Bilbao, con una pista limitada (2,7 kilómetros de longitud).
Su primo hermano (el clásico 'Boeing 737') no puede hacerlo, porque su alcance es un 25% inferior, debido a que quema mucho más queroseno. Es algo así como comparar un coche Volkswagen Golf de los 80 con el último modelo actual del productor alemán. El primero difícilmente llegaba hasta Madrid desde Bilbao con un depósito, mientras que el de ahora puede exprimir sus reservas hasta Cádiz.
Volar a Estados Unidos desde Loiu. Un sueño del pasado y una posibilidad ahora no tan remota. Esta idea es precisamente la que empezó a plasmar hace unos meses la aerolínea de bajo coste Norwegian. Antes de entrar en la crisis que aún arrastra, los directivos de la firma noruega impulsaron varias rutas entre Irlanda y Reino Unido con Canadá y la costa Este estadounidense, con el 'Max 8' como absoluto protagonista. En ese ramillete de posibles conexiones figuraba Loiu, tal y como reconocieron desde la 'low-cost'.
¿Qué pasará ahora con lo sucedido a raíz de los accidentes de Etiopía e Indonesia? Son dos siniestros fatales, en poco más de cinco meses, que ponen el foco sobre el último modelo del fabricante americano. Es pronto para sacar conclusiones precipitadas. Las investigaciones aéreas son rigurosas, minuciosas y profusas. También lentas y repletas de complejos peritajes y pruebas de laboratorio. Por descontado que ni mañana ni pasado vamos a saber lo que ha sucedido con exactitud.
'Boeing' acaba de anunciar cambios en el software del 'Max 8'. Aunque puede apuntar en esa dirección, tampoco es un reconocimiento de que el aparato funciona de manera insegura. Algunas aerolíneas han optado por 'groundear' (dejar en tierra) las aeronaves de este modelo. El principio de precaución es una máxima que se lleva al extremo en aviación. No es el caso de Norwegian, que va a seguir operándolos con normalidad.
¿Y qué sucede con Loiu y su vieja aspiración de tener un vuelo transoceánico? ¿Está más lejos que hace una semana? Difícil responder a esto ahora mismo. Sobre todo porque lo de Norwegian no fue más allá de una declaración de intenciones en un momento en el que la aerolínea iba viento en popa a toda vela. Lo cierto es que las grandes empresas aeronáuticas se dividen entre las que vuelan con Boeing y las que lo hacen con Airbus. Y Airbus tiene una nueva familia de aviones que también permitiría volar a Estados Unidos desde Loiu. La gama NEO consume mucho menos que sus primos hermanos los 320 y 321. Incluso se está construyendo una versión de largo alcance del 321. Puesta en cuarentena la 'bala' de Boeing, a Loiu aún le queda la de Airbus en toda su vigencia.
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