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No resulta fácil trasladar a un lenguaje sencillo el trabajo que se lleva a cabo en el ESS-Bilbao. ¿Cómo se lo cuenta el director, Mario Pérez López, a sus amigos no científicos? «Lo que hacemos es el concepto, diseño, instalación y puesta en marcha ... de sistemas y componentes para una máquina muy compleja que se llama ESS y se está construyendo en Suecia. ¿Qué es? Yo suelo explicarlo como un microscopio muy grande y muy caro, con una resolución muy elevada tanto espacial como temporal. Consta de tres partes: acelerador, 'target' e instrumentos. El acelerador genera protones, que se aceleran a velocidades cercanas a la de la luz y se hacen colisionar contra un material, en este caso tungsteno, que tiene muchos neutrones. Es el 'target', el blanco. El protón choca contra los átomos del material y los rompe. Los neutrones se dirigen entonces por unas vías especiales hasta unos instrumentos, que es donde se hace la ciencia». Estos dispositivos permitirán realizar experimentos en múltiples ámbitos: fuentes de energía, desarrollo de medicamentos, nuevos materiales para la revolución cuántica...
El consorcio ESS-Bilbao se ha hecho cargo de trabajos para las tres partes de la instalación, desde el sistema de radiofrecuencia del acelerador hasta uno de los quince instrumentos de estudio, llamado Miracles, pasando por la vasija de grandes dimensiones y complejísima fabricación que alberga en su interior el 'target'. Parte de ese material ya se ha enviado a Suecia. ¿Qué aportaciones siguen pendientes de entrega? «Nos quedan dos componentes del 'target', que se concluirán en los próximos meses, y todo el instrumento Miracles, con el que estamos en plena fase de fabricación y pruebas. Espero que hacia finales de este año o principios del que viene empecemos la instalación allí y a finales de 2025 o 2026 empecemos el 'cold commisioning', que consiste en probarlo todo sin neutrones».
Precisamente, el próximo gran hito del proyecto en su conjunto será el momento en que el haz de protones impacte por primera vez contra ese blanco de tungsteno y genere neutrones. «Se espera que eso sea en octubre de 2025 -precisa Pérez López-. Durante 2026 y 2027 se producirá el comisionado de los instrumentos con neutrones y el objetivo es empezar a hacer ciencia a finales de 2027».
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