Aburto dispone por primera vez de un equipo a su medida para dirigir Bilbao

Donde mejor se aprecia el cambio a partir de ahora es precisamente en el equipo de gobierno del que Juan Mari Aburto se ha rodeado para afrontar los próximos cuatro años: viejos colaboradores suyos en distintas administraciones e incluso amigos de la infancia. Un círculo de confianza sin fisuras.

Es más, respecto al panorama de 2015 han cambiado de 'jefe' los cinco grandes ejes de coordinación que controla el PNV en el ejecutivo local (el sexto, el de Movilidad, es del PSE y se mantiene con Alfonso Gil al frente). Todos tienen nuevo líder. Algunos de los referentes pretéritos, como Mikel Álvarez o Ricardo Barkala, se fueron del Ayuntamiento a mediados del pasado mandato en busca de proyectos donde se sintiesen más cómodos. Íñigo Pombo se acaba de jubilar. A Tomás del Hierro le han apartado. Y Nekane Alonso es la única que sigue en el gobierno, pero no como coordinadora de ninguno de los grandes ejes, sino como concejala de Igualdad.

Dice Aburto que este cambio radical persigue tres objetivos: «Rejuvenecer el equipo de gobierno, renovarlo y reforzar el papel de la mujer». Seguro que también busca otro propósito, quizás el más evidente, que es rodearse de gente de confianza. Gente a la que conoce y que hace piña. Personas disciplinadas. Un núcleo de poder compacto para afrontar cuatro años determinantes en el futuro de la ciudad, en la construcción de ese legado futuro.

¿Por qué es tan importante este tiempo que viene? Porque va a ser el momento en el que se dé el empujón definitivo a la isla de Zorrozaurre, que ya tiene forma; en el que se afronte, al fin, la llegada de la alta velocidad ferroviaria a la ciudad y se diseñe el soterramiento que unirá el centro y Bilbao la Vieja (un cambio total). También porque se va a aprobar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) donde se ponen los cimientos de los desarrollos para las próximas décadas.

Si todo sale bien, Bilbao se disparará y agrandará su leyenda como ejemplo de resurrección más allá del Guggenheim. Si no sale bien, será una oportunidad perdida porque trenes como estos no pasan dos veces.

El grupo de personas llamado a liderar semejante reto se reúne los lunes con el alcalde. Es el equipo de coordinadores. Y la figura que ha asumido más protagonismo es Gotzone Sagardui, coordinadora de Alcaldía, un departamento bajo el que se encuentran las áreas de Gobernanza y Proyectos Estratégicos, Hacienda, Desarrollo Económico y Participación Ciudadana. No es una recién llegada. Entró en el Ayuntamiento tras la marcha de Mikel Álvarez para ejercer de mano derecha de Juan Mari Aburto y ya entonces eran viejos conocidos porque habían trabajado juntos tanto en la Diputación como luego en el Gobierno vasco. En los últimos años ha ido ganando presencia y está llamada a tener un papel fundamental en el próximo mandato. También es primera teniente de alcalde.

El otro pilar en el equipo de gobierno es Asier Abaunza, que también ha florecido en los últimos tiempos y ha visto como su proyección municipal era cada vez mayor. Se ha ganado la confianza de Aburto. Quien arrancó el pasado mandato como joven concejal de Urbanismo asumió también el área de Obras y Servicios cuando Barkala abandonó el Ayuntamiento. Una prueba de fuego superada. Ahora, se consolida al frente de ambos cometidos como coordinador de Políticas de Desarrollo Urbano, el área más inversora y responsable de diseñar el futuro.

Para liderar Seguridad Ciudadana ha llegado Amaia Arregi, también una vieja conocida de Aburto porque llevaba los temas sociales en el grupo jeltzale del Parlamento vasco cuando él era consejero de Empleo y Políticas Sociales. Además, formaba parte de la ejecutiva del PNV que le eligió para ser candidato a la Alcaldía de Bilbao hace ya casi un lustro. Una mujer de carácter y de partido para contener el repunte de la delincuencia, que es la principal preocupación de los bilbaínos.

En cuarto lugar está Juan Ibarretxe, otro recién llegado al Ayuntamiento para coordinar las Políticas Sociales pero también antiguo colaborador de Aburto cuando estaba en el Gobierno vasco, por lo que conoce el negociado. Y, finalmente, Gonzalo Olabarria lidera Políticas Culturales; en su caso, su vinculación con el alcalde llega del tiempo de la Diputación de Bizkaia, donde coincidieron siendo Olabarria director de Cultura. Tras un tiempo ocupando una subdirección en el Ayuntamiento, ahora pasa a formar parte del equipo de los elegidos.

Además de los coordinadores y el alcalde, en esa reunión que hay los lunes también participa Aitor Bilbao, responsable del Gabinete de Alcaldía y Comunicación. En realidad, el factótum intramuros, mano derecha del alcalde, hombre de confianza, vecino de toda la vida en Deusto y amigo de la infancia. También compañero de batzoki y en la Diputación vizcaína en tiempos de José Luis Bilbao. Es en buena medida responsable del revolcón ocurrido en el equipo de gobierno en los últimos cuatro años, el estratega que no sale en las fotos y, cuando lo hace, aparece en un segundo plano.

En fin, que este equipo jeltzale ya tiene auténtico 'label' Aburto. Así que sí, puede decirse que arranca el año I de la nueva era en el Ayuntamiento de Bilbao.