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El alcalde brinda con los portavoces de los seis grupos presentados en el pleno municipal tras su última sesión del año. Jordi Alemany

Presupuestos y polvorones para cerrar un ciclo en Bilbao

El Ayuntamiento de la capital vizcaína despide el año con la aprobación de las cuentas de 2019 y una foto de familia que no se volverá a repetir

Sábado, 29 de diciembre 2018, 00:30

Como suele ocurrir en estas fechas, la jornada de ayer en el Ayuntamiento fue rara. Hubo un pleno extraordinario de trámite en el que se aprobaron de forma definitiva los Presupuestos para 2019 -con tono agrio, obviamente-. Y luego hubo un copetín navideño -con ... mucho cariño, por supuesto-. Como en la zona de contrastes de los spas. Como organizar en un mismo espacio, casi al mismo tiempo, y con la misma gente, un curso de contabilidad y un recital poético. Eso sí, el heterogéneo plantel de concejales supo distinguir muy bien el debate político encendido, primero, de la cordial camaradería entre compañeros de trabajo, después. Al fin y al cabo, no volverá a producirse una foto como la de ayer porque, tras las elecciones del próximo mes de mayo, van a cambiar muchas caras. Todo el mundo tenía eso muy presente. La atmósfera olía a despedidas.

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La cita fundamental era la aprobación definitiva del Presupuesto para 2019, un acontecimiento que carecía de todo interés y emoción. El guión estaba escrito. De hecho, las Cuentas ya habían sido cerradas el mes pasado y ayer tocaba atender seis reclamaciones de diferentes colectivos: la Asociación San Franziskoko Galtzagorri Emakumeen Taldea pedía la creación de una Casa de Mujeres en La Cantera; varios sindicatos reclamaban soluciones para las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) y otros incrementos salariales; los vecinos de Arangoiti pedían recuperar el antiguo mercado; y la Asociación de Familias de Otxarkoaga quería mejoras en el campo de fútbol de Ibarsusi. Todo el mundo sabía que el gobierno PNV-PSE iba a echar abajo esas peticiones porque, según alegaron, la normativa foral determina que, el pleno de ayer está previsto para atender ciertos planteamientos procedimentales. Nada de fondo.

Los protagonistas

  • Juan Mari Aburto - PNV «El roce hace el cariño, y aquí hemos tenido muchos roces. Es muy bonito que estemos hablando de un modo tan emotivo»

  • Aitziber Ibaibarriaga - EH Bildu «Este es mi último año aquí, y eso es bueno. Hay vida fuera de estas cuatro paredes, y es una vida fantástica»

  • Carmen Muñoz - Udalberri «Es tiempo de enviar esperanzas a quienes más lo necesitan; que para ellas y ellos Bilbao sí sea la mejor ciudad del mundo»

  • Alfonso Gil - PSE «Hoy es momento de reivindicar la buena política y de recordar que por delante tenemos retos muy grandes»

  • Luis Eguiluz - PP «Bilbao es mejor cuando somos capaces de acordar la ciudad en la que elegí vivir y la que espero que puedan elegir mis hijos»

  • Samir Lahdou - Ganemos Goazen Bilbao «Hoy quiero dar las gracias a todas las ciudadanas y ciudadanos, que son los que hacen de Bilbao una ciudad mejor»

La oposición, por su parte, hizo de oposición y criticó al equipo de Aburto por no aceptar aportaciones, por vivir de espaldas a los vecinos, por obligar a distintos colectivos a acudir a estas vías extemporáneas por la falta de foros adecuados para hacer llegar sus peticiones de forma efectiva... El debate no duró ni una hora porque desde el minuto uno estaba todo el pescado vendido.

Luego llegó el momento del cava, las fotos y los polvorones. En sus brindis, tanto el portavoz del PP, Luis Eguiluz, como la de EH Bildu, Aitziber Ibaibarriaga, recordaron que -«posiblemente» él, «seguro», ella- este sería su último cierre de año en el Ayuntamiento. La abertzale dijo que su marcha será positiva porque hay «una vida fantástica fuera de estas cuatro paredes». Y el popular aseguró que todo el empeño de su grupo fue trabajar por una ciudad mejor. «Fuera de la crítica política os garantizo que no hemos querido ofender a nadie; si lo hemos hecho, pido disculpas».

La portavoz jeltzale Nekane Alonso también pidió perdón por si en el fragor de los debates se le hubiese ido la mano en alguna intervención. «También digo que no voy a cambiar», bromeó. El socialista Alfonso Gil reivindicó la «buena política», en la que los representantes públicos se dejan la piel cada día; Carmen Muñoz y Samir Lahdou, de Udalberri y Goazen -cuyo futuro aún es una incógnita-, recordaron a «quienes más lo necesitan» en unas fechas tan señaladas. Y cerró el alcalde Aburto, que se felicitó por ese momento en el que, más allá del enfrentamiento político, gente tan distinta pasó un buen rato.

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