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Lunes, 15 de abril 2019, 13:18
LA PROPUESTA. «Cuando 'Zarra' (el organizador de la Pasión de Balmaseda) me propuso en marzo del año pasado hacer de Jesús no me lo esperaba y le dije que no. Pero lo comenté en casa y me contestaron que era un orgullo. Así que me metieron en canción. Lo pensé durante tres o cuatro días y acepté. Eso sí, le dije a mi madre a ver si se animaba a hacer de Virgen y me respondió: ¡Ni lo sueñes!».
MAIKA SALGUERO
EL PELO Y LA BARBA. «No había tenido el pelo largo nunca y ya llevo sin cortármelo más de un año. Me veo raro, pero tampoco mal. Aunque me resulta incómodo para entrenar y para secarlo cada vez que me ducho. Mi mujer me advirtió de que no me echara champú todos los días, que me lo lavara solo cada dos o tres días. La semana que viene, en cuanto acaben las representaciones, me lo corto. Tampoco he sido nunca muy de barba y estos días parezco un náufrago. Me la empecé a dejar crecer hace tres o cuatro meses».
MAIKA SALGUERO
EN FORMA. «Siempre he hecho deporte, aunque mi rutina de entrenamiento ha cambiado. He dejado de hacer tantas pesas para dedicarle más tiempo al cardio. Suelo correr en el monte un par de días o tres a la semana. Hay veces que estoy hora y media y otros tres o cuatro horas, preferiblemente a la mañana. También hago crossfit, spinning, nado... En los últimos ocho o nueve meses he perdido peso, en torno a seis o siete kilos. Es una parte más de la preparación».
MAIKA SALGUERO
LA ALIMENTACIÓN. «Me encanta comer y solo he renunciado a las tabletas de chocolate. En los últimos meses he intentado comer más limpio, incorporar a la dieta más fruta y más pescado. Un desayuno mío estos días consiste en zumo de naranja, fresas o plátano, una tostada con tomate o aguacate, frutos secos y un café. La comida la hago normal porque quemo mucho con el deporte, pero la cena la hago ligera. Es complicado mantener la dieta porque casi todos los días tenemos algo, comidas o cenas a cuenta de las procesiones. Hubo una semana que tuve cinco comidas».
MAIKA SALGUERO
EL VESTUARIO. «Hay un grupo estupendo de mujeres que confecciona la ropa. El jueves saldré con una túnica blanca y un sudario rojo. Y el viernes con una túnica que es la que me rompen con los latigazos. En el momento de la crucifixión me quedaré con un paño. Las ropas son cómodas, holgadas y no tengo miedo al frío. Me cuentan otros 'jesuses' de años anteriores que cuando estás metido en el papel no sientes ni el frío ni el calor».
MAIKA SALGUERO
EL MONÓLOGO. «El momento más complicado será el jueves, en la oración en el huerto de los olivos. Tengo que hablar y estoy solo, y es también el instante más sentido, el más sobrecogedor. Es un rato de monólogo, que llevo memorizando tiempo, y nadie me da réplica. Se me está dando bien eso de aprender los textos, los estudio y ensayamos. Acabé la universidad hace seis años, así que no estaba tan desentrenado».
MAIKA SALGUERO
LOS LATIGAZOS. «No tengo miedo a los latigazos y eso que no sé lo que duelen porque en los ensayos esa parte no la ponemos en práctica. Además, me los va a dar un amigo de la cuadrilla. A él le va a tocar meterse en el papel y a mí, aguantar. No me da miedo el dolor físico, es un momento que quiero hacer bien, así que prefiero que no sea fingido. No es que te den una paliza, pero los latigazos sí los notas. En los ensayos lo único que hemos hecho es tratar de ponernos en situación y concretar cómo me atan, cómo me rasgan la túnica... Toca aguantar el chaparrón y listo. Para el público es el momento más impactante, pero para el que hace de Jesús no es tan complicado».
MAIKA SALGUERO
EN FAMILIA. «Voy a estar en familia, literalmente, porque en la última Cena mi hermano hace de San Juan y mi tío es otro de los apóstoles. En la aparición de la Virgen interviene mi tía. Y también participa en las representaciones otro tío mío que hizo de Jesús hace treinta años y que no había vuelto a salir desde entonces en ningún papel. Hacerlo con la familia es emocionante».
MAIKA SALGUERO
Y ADEMÁS, SERÁ PADRE. «El día antes será especial, aunque creo que voy a dormir bien. Soy bastante tranquilo y estoy muy ilusionado. Este es un año muy especial para mí, porque además de hacer de Jesús en mi pueblo estoy esperando un hijo. Hacer de Jesús en Balmaseda es algo impresionante. La gente te para por la calle y te dice: 'Jo, chaval, qué guapo estás'... Se te acercan en la cola del supermercado, la gente se da codazos, porque claro, con esta melena es muy fácil identificarme. Me dicen otros que han pasado por esto que es un poco como cuando te casas, muchos preparativos y para cuando te das cuenta, se ha pasado».
MAIKA SALGUERO
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