La familia de Puelles dice que el policía asesinado «representa la libertad en todas sus formas»

Ocho años después de que una bomba lapa colocada por miembros de la banda terrorista ETA acabase con la vida de Eduardo Puelles, sus allegados quisieron rendirle un homenaje en el aparcamiento de Arrigorriaga en el que perdió la vida. «Representa los valores de un estado derecho y democrático, la libertad en todas sus formas y facetas», ha recordado Josu Puelles, el hermano del policía y vicepresidente de la asociación de víctimas Covite.

A la cita de cada 19 de junio desde que en 2009 ETA perpetrase el primer atentado de la época de Patxi López han acudido sus familiares, entre ellos su viuda y su hijo Rubén, amigos y vecinos. Entre el centenar de asistentes también han estado el delegado del Gobierno en Euskadi, Javier de Andrés, la secretaria general del PP vasco, Amaya Fernández, la presidenta del partido en Bizkaia, Raquel González, la parlamentaria popular Nerea Llanos, el portavoz parlamentario socialista José Antonio Pastor, y concejales socialistas y populares del Ayuntamiento de Bilbao.

Como en años anteriores, Josu Puelles ha arremetido contra el Gobierno vasco y sus planes de «desmemoria» y ha criticado el «costosísimo» precio de sus actuaciones en favor de la convivencia. Para el vicepresidente de Covite el desarme de ETA no coloca a la sociedad vasca ante «un tiempo nuevo» sino ante «un tiempo diferente» porque se sigue permitiendo «desde las instituciones públicas, por medio de homenajes y reconocimientos, la exaltación del terrorista».

En su discurso, Josu Puelles también ha rendido un homenaje a Fernando Altuna Urcelay, hijo de una víctima de la banda terrorista que en este último año se ha quitado la vida, y a Ignacio Echeverría, asesinado cuando trataba de socorrer a un policía en reciente atentado en el Puente de Londres.