óscar b. de otálora
Viernes, 9 de junio 2017, 13:59
El planteamiento de una pregunta independentista para que un territorio se separe del país es la mayor demostración de la importancia del lenguaje en la política. Y desde el 2000, toda la narrativa secesionista está influida por la Ley de Claridad aprobada por Canadá ese ... año, una norma que estableció que cualquier formulación debe estar sometida al principio de que no haya ninguna ambigüedad a la hora de redactar el texto sobre el que se pronunciarán los votantes. Aunque esta legislación es exclusivamente canadiense, la influencia de la tesis -fruto de las reflexiones del politólogo canadiense Stephene Dion- ha marcado los debates soberanistas a lo largo del globo y se han convertido en un argumento clave a la hora de dejar claro que las cuestiones que se planteen a la ciudadanía deben ser directas y no dar pie a interpretaciones.
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La enrevesada pregunta secesionista que dio pie a la Ley de Claridad se planteó en el referéndum de secesión de Canadá llevado a cabo en 1995 y es la siguiente:
«¿Está usted de acuerdo en que Quebec debería convertirse en soberano después de haber hecho una oferta formal a Canadá para una nueva asociación económica y política en el ámbito de aplicación del proyecto de ley sobre el futuro de Quebec y del acuerdo firmado el 12 de junio de 1995?»
Esta compleja formulación suponía una excepción en el derecho internacional ya que con anterioridad las preguntas habían sido claras y concisas. Ucrania, en 1991, había sido tajante a la hora de expresar qué opciones tenían sus ciudadanos en una cuestión sobre la independencia. La pregunta fue la siguiente:
«¿Da su apoyo al Acta de Declaración de Independencia de Ucrania?» . La cuestión sólo admitía dos respuestas: Sí y No. Los independentistas consiguieron más del 90% de los votos.
En 1992, en Bosnia y Herzegovina, la cuestión también había sido cristalina:
«¿Está a favor de una Bosnia y Herzegovina soberana e independiente, como Estado de ciudadanos musulmanes, serbios, croatas y otros?» El sí consiguió el 99% de los votos.
En los años post-Ley de Claridad, las preguntas han estado radicalmente marcadas por las exigencias de evitar ambigüedades. Montenegro, en 2006, votó el siguiente texto:
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«¿Quiere que la República de Montenegro sea un Estado independiente con pleno reconocimiento legal e internacional?» Con solo dos opciones -sí o no- ganó la primera con el 55% de los votos.
En 2012, Puerto Rico celebró también un referéndum sobre su consideración de estado libre asociado a Estados Unidos. En esa ocasión, en la que la respuesta no era vinculante, se planteó una doble pregunta. La primera afirmaba:
«¿Está de acuerdo en mantener la condición política territorial actual?» En el caso de que se votase a favor del no, se debía elegir entre la futura formulación política y se presentaban dos opciones: ser un estado de EEUU o la independencia. La opción mayoritaria fue la integración en USA.
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En 2014, Escocia planteó a los ciudadanos un referéndum soberanista con este breve texto.
«¿Debería ser Escocia un país independiente?» Las respuestas posibles eran sí o no. El no se impuso con el 55% de los votos.
Otras preguntas conflictivas, aunque nunca se llegaron a plantear en las urnas, fueron las que planteó el lehendakari Ibarretxe en 2008 en su propuesta de consulta independentista paralizada por el Gobierno central. El presidente del Gobierno vasco actuaba en un ambiente convulso, afectado por las diferencias políticas entre nacionalistas y constitucionalistas pero también por los atentados de ETA. En ese escenario, Ibarretxe redactó estas dos preguntas.
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«¿Está usted de acuerdo en apoyar un proceso de final dialogado de la violencia si previamente ETA manifiesta de forma inequívoca su voluntad de poner fin a la misma de una vez y para siempre?»
«¿Está usted de acuerdo en que los partidos vascos, sin exclusiones, inicien un proceso de negociación para alcanzar un acuerdo democrático sobre el ejercicio del derecho a decidir del pueblo vasco y que, dicho acuerdo, sea sometido a referéndum antes de que finalice el año 2010?»
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