Koldo Domínguez
Jueves, 8 de junio 2017, 11:27
Era la fórmula ideal que Alfonso Alonso había puesto hace varias semanas sobre la mesa para solucionar en enfrentamiento abierto en el PP de Bizkaia. Según pudo saber este periódico, Nerea Llanos dio ayer el visto bueno a la propuesta planteada por el presidente regional ... de aceptar a Raquel González como su 'número dos' en una plancha unitaria. De esta manera, al congreso que se celebrará mañana en el Palacio Euskalduna sólo llegaría una única candidatura integrada por miembros de los dos equipos. El PP lograría evitar un escenario de división interna de impredecibles consecuencias.
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Nerea Llanos ha explicado esta mañana que no tiene previsto mantener reuniones con la otra candidatura y que está a la espera de que los «críticos» le respondan a Alonso si aceptan esta última propuesta. En caso afirmativo, entonces sí habría una reunión para cerrar un acuerdo y decidir conjuntamente el «proyecto» y la «estructura» de la dirección. «Es mejor lograr un acuerdo y salir reforzados y trabajando todos juntos», ha opinado Nerea Llanos.
Tras constatar con la presentación de los avales que ambas candidatas cuentan con similares apoyos, la opción de fusionar las listas con Llanos parlamentaria vasca y con años de experiencia en la política autonómica como presidenta era la mejor valorada por la dirección regional. Incluso la candidatura de Raquel González trasladó en su día a su rival su disposción a aceptar este reparto de poder, con la concejala de Getxo en el puesto de secretaria general. Sin embargo, Llanos se inclinaba por evitar la sensación de que el partido es una «tarta a repartir en porciones» y creía necesario contar con un equipo de plena confiaza para desarrollar su proyecto.
Finalmente Llanos ha aceptado esa fórmula. Según trasladó ayer a Alonso en una reunión que tuvo lugar en el Parlamento vasco, admitiría a González como 'número dos' «por el bien del partido y para que éste salga reforzado del congreso». En el cambio de opinión de Llanos también habría influido la presión ejercida en los últimos días por el presidente vasco para forzar un acuerdo. De hecho, el líder autonómico dejó claró el pasado martes en una comparecencia en Bilbao que él «seguiría trabajando hasta el último minuto» para facilitar el acuerdo. En la formación conservadora se quería evitar a toda costa trasladar a la sociedad vasca la imagen dada por EA en su asamblea del pasado fin de semana, con dos bloques abiertamente enfrentados y sin visos de reconciliación.
Los dirigentes populares apostaban como mal menor por un acuerdo de última hora que, sin llegar a sellar las evidentes diferencias entre ambos sectores, sí fuera el punto de partida para «empezar a trabajar todos unidos» tras cinco años de soterrada guerra interna entre las dos sensibilidades existentes en el territorio.
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Reparto proporcional
Hasta mañana a las 16.00 horas cuando arranque el congreso tienen tiempo para pactar la composición definitiva de la plancha. La pretensión de Alonso es que ese reparto de cargos y vocales sea proporcional entre ambas partes.
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