Urkullu quiere incorporar a Quebec a la red de alianzas estratégicas de Euskadi

La elección de Cundinamarca, que comparte territorio con Bogotá aunque no tiene jurisdicción sobre la capital, no es baladí: la región concentra el 80% de las empresas vascas radicadas en Colombia y la tercera parte de todas las del país. No obstante, la competitividad y la innovación son los talones de Aquiles de un territorio eminentemente agropecuario, lo que llevó a sus gobernantes a visitar Euskadi hace seis meses para empaparse de las experiencas de la industria vasca, los clústers o Tecnalia. Un productor de yogur griego, la responsable de una granja y la de una fundación que aspira a que los niños campesinos desplazados por la guerra se conviertan en el futuro en empresarios del café compartieron sus experiencias durante la firma del convenio de colaboración. La región colombiana está interesada, sobre todo, en las políticas vascas de ordenación del territorio, aprovechamiento del suelo urbano y movilidad y en trasladar a las aguas del río Bogotá el programa de regeneración de la ría que se ha aplicado con éxito en Bilbao.

Más tarde, Urkullu y Tapia mantuvieron un nuevo encuentro con las empresas vascas que operan en Colombia. El lehendakari aprovechó para insistir en las prosperidad que traen la paz y la integración tras un conflicto traumático. En ese sentido, recordó que los planes de paz, convivencia y derechos humanos impulsados en Euskadi por la secretaría de Jonan Fernández buscan promover un «encuentro social» basado en el respeto y el pluralismo que puede ser también un «activo económico» para la sociedad.