El etarra que mató a Tomás Caballero acusa a Sortu de dar «un golpe de Estado» para rechazar la violencia

Esta no es la primera ocasión en la que este terrorista critica la línea oficial de Sortu. En julio del año pasado ya criticó la estrategia de la izquierda abertzale al considerar que se estaba llevando a cabo una «caza de brujas« en la izquierda abertzale hacia los disidentes. Según ha narrado ahora, a raíz de esta misiva fue castigado por el colectivo de presos de ETA (EPPK), donde ha sido suspendido de militancia.

Alsasua

Romero Ruiz, en su documento, realiza un repaso de la historia reciente de la banda y analiza los distintos pasos que se dieron con respecto a la decisión de la izquierda abertzale de mostrar su rechazo a la violencia para poder superar la ilegalización de sus siglas. Según la interpretación del terrorista, una de los problemas que afectan a la izquierda abertzale es «el golpe de Estado» que los actuales dirigentes de Sortu habrían dado en 2009. En ese año ofrecieron una rueda de prensa en Alsasua en la que aceptaron los 'principios Mitchell' -los que suscribieron los partidos políticos irlandeses para rechazar la violencia- lo que permitió la legalización de la izquierda abertzale. Para el etarra, los portavoces de Sortu tomaron esta decisión pese a que la mayoría de las bases había rechazado dar ese paso.

En opinión del etarra, a partir de ese momento «una confusión tremenda se hizo dueña del MLNV, ya que no estaba claro en torno a quién ni a qué se pedía unidad y disciplina». «Los reformistas, los liquidacionistas y los oportunistas aprovecharon perfectamente esa confusión«, continúa, «para, además de con la lucha armada, terminar con toda la estrategia revolucionaria, porque la cuestión no era la discusión ciega y estéril sobre lucha armada sí/lucha armada no. La clave del problema era estrategia revolucionaria versus estrategia reformista».

El preso no se considera un «escindido» de la organización pese a haber sido suspendido de militancia. Por el contrario, reclama a la izquierda abertzale y al colectivo de presos que lleve a cabo «un debate justo» en el que «la militancia pueda elegir» sobre la futura estrategia de la organización.