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óscar b. de otálora
Lunes, 13 de febrero 2017, 13:14
La disidencia de la izquierda abertzale, agrupada en torno a ATA, ha lanzado uno de los insultos más duros dentro de su mundo contra el líder de Sortu, Arnaldo Otegi, después de que éste les acusara de estar en contra del fin de la violencia. « ... Es un chivato o un mentiroso», ha afirmado este colectivo en un comunicado dirigido expresamente contra el dirigente de la izquierda abertzale, en lo que supone uno de los ataques más ácidos entre los dos sectores, que hace unos semanas ya llegaron a las manos en el barrio del Antiguo de San Sebastián.
Según un comunicado de los disidentes, su movimiento «no ha nacido para practicar la lucha armada» por lo que califica de «verdaderamente graves las acusaciones realizadas por Arnaldo Otegi» ya que, según su interpretación, colocan a su colectivo «en el punto de mira de la represión». Los radicales se preguntan cuál es el objetivo de las declaraciones del responsable de Sortu y cuestionan la posibilidad de que «si se inicia un proceso judicial (contra la disidencia) y la Fiscalía le llama como testigo ¿se reafirmaría en todo lo dicho?». En opinión de ATA, las palabras del histórico miembro de la izquierda abertzale «solo dejan opción a dos calificativos posibles: si lo que dice no fuera cierto, sería merecedor del apelativo de mentiroso. Si de verdad creyera lo que dice, merecería un apelativo más grave, concretamente, el de chivato. Que elija cuál le gusta más».
«Despolitizar» a los presos
En el mismo texto, los miembros de la disidencia vuelven a reivindicar su nacimiento hace dos años como un intento de «dar fuelle a la reivindicación de la amnistía, que estaba a punto de desaparecer» y se atribuyen como éxito haber llevado «este debate a la calle». En este sentido, ATA atribuye a la izquierda abertzale oficial el buscar «despolitizar a los represaliados para poder integrarse en el sistema». Los escindidos, además, realizan un repaso histórico de la actitud de Arnaldo Otegi y le acusan de haber «creado un lobby en contra de las decisiones de la izquierda abertzale». En la últimas líneas de su texto, ATA muestra su disposición a debatir con Sortu «cuando se deje de chiquilladas».
Aunque en estos momentos las diferencias entre este grupo de disidentes y la izquierda abertzale son de calado, en sus orígenes se centraron en cuál debía ser el comportamiento hacia los presos de la banda tras el fin de la violencia de ETA. Mientras que ATA reclamaban continuar con las demandas de amnistía, Sortu constató que no iba a conseguir ese objetivo de que todos los internos salieran a la calle y optó por dejar libertad a cada recluso para que se acogiera a medidas de gracia, algo que hasta ese momento había estado prohibido por la banda -se produjeron asesinatos como el de 'Yoyes' por ese motivo- y la propia izquierda abertzale lo había incorporado a sus planteamientos. Este cambio de postura fue considerado por los disidentes como una traición.
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