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david guadilla
Viernes, 14 de octubre 2016, 01:11
Cuando la Junta Electoral de Bizkaia otorgó el pasado 30 de septiembre a EH Bildu el escaño 18 en el a punto de constituirse nuevo Parlamento vasco, uno más de los que había sumado en el recuento inicial, no solo dio una alegría política a ... la coalición soberanista, sino también económica. Le hizo ganar 26.761 euros más, los mismos que perdió el PNV al bajar de 29 a 28 actas. Estas cantidades forman parte de las subvenciones a las que tienen derecho los diferentes partidos tras los comicios del 25 de septiembre, un montante que alcanza los 5,5 millones de euros en su conjunto.
Las ayudas que reciben los grupos políticos que logran representación en el Parlamento están recogidas en una ley aprobada en 1990. Las cuantías se revisan cada vez que se acerca un proceso electoral, aunque llevan congeladas desde hace años. Las cifras para el 25-S quedaron fijadas en el Boletín Oficial del País Vasco publicado el pasado 10 de agosto.
Se dividen, básicamente, en cuatro bloques. Las que se otorgan por voto conseguido (0,90 euros), las que se logran por escaño (26.761,89 euros), por territorio (44.603 euros) y las que se conceden por la propaganda remitida durante la campaña. Este último apartado es el más ambiguo.Se otorgan 0,23 euros por cada papeleta enviada a los hogares vascos.
La mayoría de los partidos, por lo menos los más grandes, tiran de censo. O lo que es lo mismo, envían sobres a todos los ciudadanos con derecho a voto. Y en las elecciones del 25-S fueron 1.714.000 euros. Solo por este concepto cada uno de los cinco grupos que han obtenido representación en el Parlamento podrían recaudar más de 394.000 euros. El único requisito es justificar que realmente han realizado ese envío postal.
El resto de epígrafes acaban premiando al partido que mejores resultados saca. Por cada voto se conceden 0,90 euros. Solo por este apartado el PNV se ha llevado 358.000 euros, mientras que el PP se queda en 96.000.
El sistema acaba premiando a los grupos más grandes. Porque para recaudar hace falta llegar al Parlamento. Quedarse sin escaño no solo es un golpe político, sino que puede dejar fuera de juego a un partido. Un ejemplo, Ciudadanos.
Sangría económica
La formación liderada en Euskadi por Nicolás de Miguel, que también fue cabeza de lista en Álava, sacó 21.477 votos. No le faltó mucho para sacar un escaño en dicho territorio. De haberlo logrado podría haber obtenido más de 480.000 euros en función del mailing preelectoral enviado. Una pequeña fortuna para un partido que apenas cuenta con representación institucional y estructura enEuskadi.
Todo lo contrario que el PNV. La victoria que obtuvo el 25-S, con casi 400.000 votos, le ha permitido recaudar más de 1,6 millones de euros, siempre y cuando pueda justificar que remitió 1,7 millones de sobres con propaganda electoral. Menos positivo ha sido el recuento para el PSE.
Los socialistas han perdido en los últimos siete años casi dos tercios de sus votos. Si en 2009 superaban los 300.000, el pasado 25 de septiembre se quedó en apenas 126.000. Y eso se traduce en una importante sangría económica. La formación ahora liderada por Idoia Mendia será subvencionada con algo más de 880.000 euros. En 2009 recibió por los mismos conceptos más de 1,4 millones de euros. Un batacazo electoral que fue acompañado de otro económico.
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