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europa press
Sábado, 8 de octubre 2016, 12:41
El responsable de Política Institucional del PNV, Koldo Mediavilla, ha acusado a Podemos de ser una organización de élites «en la que unos pocos, muy ideologizados, lo controlan y deciden todo». «Modernos en la formas pero viejunos en el fondo», critica.
En un artículo publicado ... en su blog, Mediavilla se ha referido al hecho de que el Consejo Ciudadano de Podemos haya determinado que la candidata a lehendakari, Pili Zabala, sea presidenta del grupo parlamentario de Elkarrekin Podemos, pero no su portavoz, función que recaerá en Lánder Martínez.
«Tras los fichajes fallidos de Garbiñe Biurrun y otras alternativas no explicitadas públicamente, Podemos encontró en Pili Zabala a la candidata independiente que intentara atraer a una parte del electorado desencantado por la 'vieja política'. Un liderazgo distinto que ayudara a 'refrescar' la imagen partidaria, tan desgastada en determinados ámbitos y que abriera las expectativas electorales de 'Podemos' a amplios caladeros de votos», valora.
«Desalojo del PNV»
A juicio del jetzale, Zabala, «más allá de su bisoñez política, tuvo un protagonismo y una dedicación en campaña digna de elogio», de tal forma que «consiguió abrirse un hueco y darse a conocer». «Los resultados electorales de Elkarrekin-Podemos, pese a la satisfacción manifestada por sus dirigentes, no cubrieron las expectativas. No olvidemos que el punto de partida que ellos mismos se pusieron fue el desalojo del PNV del liderazgo del país y el saldo de su propuesta fue la tercera posición en el ranking electoral definitivo (a más de 241.000 votos de diferencia de los jeltzales)», subraya.
En este sentido, Mediavilla cree que «poca responsabilidad» puede achacarse a Pili Zabala en el resultado final obtenido, ya que «no fue ella quien guionizó la campaña, quien dirigió la estrategia y ni tan siquiera quien determinó los mensajes básicos». «Pasada la resaca de los carteles, las soflamas, los debates y las apariciones públicas, cerrada la batalla por la captación de adhesiones y sufragadas éstas, llega ahora el momento de ejercitar la acción política. La hora de la verdad. Y en esa cita, Pili Zabala no termina de encajar en el esquema de Podemos. La frescura no tiene sitio y se necesitan protagonistas con más escamas, con más perfil ideológico. Es el momento en el que la 'nueva política' abandona la utopía y se convierte en 'vieja', adoptando decisiones prácticas como la designación de un portavoz reconocible y de pedigrí genuinamente orgánico», critica. De este modo, considera que ser presidenta del grupo parlamentario «sin voz, sin funciones definidas ni concretas» es para Zabala «un premio de consolación».
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