Verónica Pérez, la «niña» precoz del PSOE andaluz

El episodio que tuvo lugar en la Semana Santa del 2000 ha pasado a ser uno de los retratos más fidedignos de su pronta andadura en el mundo de la política. No en vano, ya con catorce años militaba en las juventudes socialistas, el partido por el que confiesa sentir «una gran pasión». Acudía desde niña a las reuniones de la formación en su localidad. Acompañaba a su padre, un cartero afiliado que no faltaba a las asambleas del pueblo. Ella, sentada en una esquina, tomaba notas y escuchaba con atención las palabras del entonces alcalde Antonio Pérez.

A sus 38 años, con casi dos décadas de experiencia a sus espaldas, Pérez se define como una mujer «perfeccionista». Quienes mejor la conocen apuntan que «excesivamente». Casi tanto como el carácter desenfadado y su soltura al hablar, de la que ya hizo gala en diciembre de 2013, cuando sustituyó a Susana Díaz como secretaria general de los socialistas sevillanos. Sin ocultar la estrecha relación de amistad que le une a la presidenta de la Junta de Andalucía, quiso dejar claro que se habría «rebelado» si hubiera sido elegida solo por afinidad.

La también diputada en el Parlamento de Andalucía -donde ocupa la primera secretaría de la Mesa de la Cámara- es considerada una socialista «del aparato» del PSOE, en el que milita desde que alcanzó la mayoría de edad. En su currículum destaca haber sido secretaria de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio entre 2004 y 2008, así como concejala del Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache y diputada provincial. En el congreso extraordinario celebrado en julio de 2014, Pérez fue elegida miembro del Comité Federal de su formación. Desde entonces ha presidido todas las reuniones, si bien orgánicamente no existe el cargo.

«Aquel día yo lloré»

La absoluta dedicación al partido socialista le ha dejado una espina clavada. Y es que con 20 años tuvo que dejar la carrera de Económicas para dedicarse de lleno a la campaña electoral de su pueblo. Casada y madre, recuerda con tristeza el momento en que no pudo acudir a votar al Congreso por una complicación tras dar a luz a su hijo Alonso. «Aquel día yo lloré», relató a los medios al ver en televisión cómo algunos diputados bromeaban porque el PSOE no había sacado adelante una propuesta por tener de baja a varias de sus parlamentarias.

Pasional, ordenada, meticulosa y oradora vehemente son algunos de los adjetivos que le dedican a Pérez sus más allegados. Entre ellos Luiz Pizarro, ex números dos de los socialistas andaluces, que más de una vez se ha mostrado convencido de que Pérez «está en el grupo de jóvenes que están llamados a dirigir el partido».