Los nuevos bávaros

Euskadi, 2030. Bienvenidos a la Baviera cantábrica, Estado Libre Asociado (no se sabe muy bien a qué o a quién). Los bárbaros de antaño, somos los bávaros de hoy: una sociedad de epidermis amable y núcleo conservador. La Ciudad Vasca ha mutado en una metrópolis- ... balneario envejecida en la que la calidad de vida se sostiene gracias a la mano de obra inmigrante, bien remunerada, eso sí. Los mínimos están así asegurados para todos y nuestra conciencia aftercatólica, tranquila. Seguimos siendo una región rica de la Europa pobre. Seguimos siendo solidarios y orgullosos. Orgullosamente solidarios. Primero fueron los dientes y la vista: hoy proliferan por doquier pequeñas clínicas privadas de cirugía no invasiva para todas y cada una de las partes del cuerpo. Nunca se equivocó quien invirtió en ortopedia. Un tanto para la izquierda: el suicidio asistido es por fin legal (y un gran negocio), como en todo el norte de Europa. El sueño de los niños es encontrar un buen algoritmo y desentrañar el comportamiento de las células. Se inaugurará este año, finalmente, el TAV, con el Guggenheim reconvertido en estación ferroviaria. Enrique Iglesias actuará en la Semana Grande de Bilbao. La uniformización -antes conocida como globalización- se ha desplegado implacable. Se hablará de ciclos, algunas cosas no cambiarán: estamos saliendo de una crisis o entrando en otra. Un turismo masivo y masificado sigue buscando lo auténtico, y los vascos no somos peores que otros fingiendo autenticidad y buscándola en las antípodas Siempre fuimos malos vendedores, pero vamos aprendiendo. Incapaz de anticipar una ficción televisiva creíble para el país, ETB cerrará sus puertas; desde que la gente empezó a ver series danesas hace quince años, todo el mundo prefiere ser escandinavo. No es irritante estar donde estamos. Sólo es irritante pensar que nos gustaría estar en otro sitio decía John Cage, y quizá esa irritación evitará, también entonces, la anestesia total.