Entre gritos de «chorizo» y «presidente»: así ha sido el tenso paseíllo de Rajoy en Valencia

Últimamente, el presidente del PP, Mariano Rajoy, no gana para sustos. Ayer mismo un espontáneo se colaba en un acto en el que intervenía junto al resto de la plana mayor de su partido en Madrid al grito de «sois la mafia». Apenas 24 horas después, el jefe del Gobierno en funciones visitaba la localidad valenciana de Alfafar y volvía a encontrarse con un ambiente hostil con insultos de «ladrón» y «corrupto». Eso sí, suavizado por varios admiradores que trataban de acallar los abucheos con sus gritos de apoyo. Y todo ello en una calle estrecha en la que el líder popular trataba de aguantar el tipo pese a los empujones de guardaespaldas, periodistas y público en general.

Sus detractores fueron a su encuentro con sobres en referencia al 'caso Gürtel' y con pancartas con mensajes nada amigables como «No te quieren ni en tu casa» o «Rajoy, ladrón, trabaja de peón». Además, un pequeño grupo de personas simuló contar en voz alta y en valenciano billetes, en alusión a la grabación incluida en el caso Imelsa en la que presuntamente el expresidente de la Diputación de Valencia y del PP provincial Alfonso Rus contaba dinero procedente de 'mordidas'.

Mientras tanto, Rajoy saludaba entre una nube de periodistas y miembros de seguridad a los vecinos satisfechos con su visita para asistir a un acto preelectoral. Muchos de ellos no dudaron en aplaudir al líder popular nada más bajar del coche oficial. Sus gritos de ánimo como «bravo Rajoy» o «presidente, presidente» trataban de imponerse a los pitos, abucheos e insultos como «chorizo», «ladrón» o «corrupto».

Vía crucis por el pueblo

En todo caso, el paseíllo del líder popular por las estrechas calles del pueblo, situado a pocos kilómetros de Valencia, seguro que se le hizo eterno. Un cuarto de hora tardó en recorrer la comitiva popular los poco más de 100 metros que separan el Ayuntamiento del edificio Ventura Alabau, donde se reunió con representantes de la educación concertada, pertenecientes a la Mesa por la Educación en Libertad. Un auténtico vía crucis en lo que parece será la tónica de la campaña electoral de cara a los nuevos comicios generales que se celebrarán el 26 de junio.

De hecho, tuvo que suspender un paseo previsto por las calles comerciales de la localidad valenciana tras intervenir en el citado acto. Seguro que se le quitaron las ganas cuando, al salir del edificio, volvió a escuchar gritos de «ladrón» y «sinvergüenza». Mientras se alejaba, admiradores y detractores comenzaron a discutir entre ellos en la que fue una de las jornadas más complicadas para Mariano Rajoy. Y eso que todavía no ha comenzado la campaña electoral.