Arraiz, sobre los disidentes de Sortu: «La gente les colocará en su sitio»

«La gente no es tonta. Escuchará, analizará y sacará sus conclusiones». «La gente les colocará en su sitio». Con estas dos frases despachó ayer Hasier Arraiz, presidente de Sortu, su opinión sobre el sector crítico de la izquierda abertzale, que ha anunciado que el próximo sábado dará a conocer su voluntad de impulsar a futuro «un nuevo proyecto político». El dirigente independentista y parlamentario de EH Bildu dijo respetar la puesta en marcha de un «movimiento político» y calificó de «positivo» que quienes están detrás de la disidencia de Sortu «salgan a la luz» y se pueda ver así «quiénes, son», qué plantean y «cuántos» componen este colectivo.

Arraiz habló sobre el grupo que quiere provocar una escisión dentro de la izquierda abertzale y de la sentencia del Tribunal Superior vasco que le ha condenado por pertenencia a organización terrorista y le inhabilita durante dos años para ejercer cualquier cargo en las instituciones públicas. Entrevistado en Telebilbao, dijo agradecer que los responsables de la disidencia se den a conocer. Desde hace meses, en Sortu aseguran que este sector crítico es muy minoritario y están convencidos de que cuánto más visible se haga, más pronto se va a desinflar este movimiento. Porque consideran que ese sector crítico está integrado por militantes con un viejo discurso, más cercano al que HB mantenía en sus orígenes que a los de la realidad social actual. «La gente no es tonta», subrayó en referencia a los votantes.

Una idea que también reiteró el secretario general de Sortu. Arnaldo Otegi, en una entrevista publicada en el diario Ara, calificó a los disidentes de «lobby abertzale» y se mostró convencido de que ese movimiento crítico tendrá un escaso recorrido. «Hago una predicción: en parte esa gente en un determinado lapso de tiempo estará con nosotros otra vez», advirtió.

Inhabilitado, en días

El líder de Sortu se refirió también a su salida del Parlamento vasco en los próximos días al tener que aplicársele la inhabilitación por dos años que acaba de dictar contra él el Superior vasco. Arraiz advirtió que su marcha de la Cámara autonómica se materializará probablemente la próxima semana y lamentó que para este tipo de medidas la Justicia se dé prisa, cuando el proceso judicial abierto contra él ha tardado nueve años en ser cerrado. A pesar de haber sido condenado por pertenencia a organización terrorista, el dirigente abertzale insistió en que su labor ha sido «sólo política». «Simplemente señaló nunca he sido de ETA».

Se mostró, no obstante, confiado en que su gesto de aceptar los cargos contra él, de reconocer que su labor estuvo al servicio de la banda, de romper con la violencia y de asumir el daño causado a las víctimas sirva para que los presos etarras «den pasos similares» y que, de esa manera se «aligere» su situación penitenciaria.