miguel pérez
Jueves, 5 de mayo 2016, 14:22
El PNV y EH Bildu han expresado este jueves su apoyo al presidente de Sortu y portavoz de la coalición abertzale Hasier Arraiz, que será juzgado el lunes por el denominado caso Batasuna, en una declaración conjunta donde destacan su «compromiso con la democracia» y ... la paz. Los dos partidos afirman además que el parlamentario sufre una situación de «desamparo», paradójicamente porque su condición de aforado le impidió ser procesado en enero junto a otros 35 encausados en el mismo sumario, en un juicio donde estos aceptaron que habían actuado de forma subordinada a ETA a cambio de condenas menores de prisión de entre año y medio y dos años que les evitaron pisar la cárcel. En cambio, Arraiz se enfrenta a peticiones de entre seis y diez años de reclusión al no haber logrado el mismo pacto que sus compañeros.
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Más allá del intrincado debate jurídico, la situación de Arraiz ha derivado ahora también en una polémica política que enturbia más las relaciones entre los jeltzales y el PP. La declaración de apoyo del PNV y de la izquierda abertzale ha provocado la indignación del Partido Popular, que ha calificado el manifiesto como una «injerencia» en la labor de los tribunales y considera la actitud de los jeltzales y de EH Bildu «tremendamente grave». «Son los tribunales los que tienen que dictaminar si determinadas actuaciones merecen una responsabilidad penal, un castigo, basándose en criterios jurídicos», ha señalado la secretaria general de los populares vascos, Nerea Llanos.
Joseba Egibar, por parte del PNV, y Pello Urizar, de EH Bildu, han comparecido por sorpresa en una sala del Parlamento vasco para leer la declaración conjunta, redactada ante la inminencia del juicio en el Tribunal Superior vasco. Arraiz debe responder por el caso que vincula a ETA con Batasuna, EHAK y ANV y el presunto intento de reconstrucción de la coalición ilegalizada. La parte principal del sumario se dirimió en la Audiencia Nacional y en ella los otros 35 imputados pactaron con la Fiscalía y las acusaciones a cargo de las asociaciones de víctimas una rebaja de las penas asumiendo su supeditación a la banda. Así evitaron la cárcel líderes abertzales como Pernando Barrena y Juan Joxe Petrikorena, no así Hasier Arraiz que, por su aforamiento en calidad de parlamentario vasco, deberá ser juzgado en un procedimiento diferente en el Tribunal Superior y se expone a solicitudes de prisión más elevadas tras la negativa de la AVT y Dignidad y Justicia, ejercitantes de la acusación, a repetir el pacto anterior.
Precisamente por este hecho, la declaración del PNV y EH Bildu se abre subrayando la «anómala situación» y el estado de «desamparo» que sufre Arraiz. Para los dos partidos, resulta «incomprensible» que el dirigente de Sortu pueda recibir una condena más severa que la de sus compañeros tratándose de los mismos hechos tan sólo por ser juzgados en piezas separadas por dos tribunales distintos. «Si el aforamiento no debe suponer privilegio para el encausado, tampoco debe suponer perjuicio alguno, como es evidente que ocurre en este caso», sostienen Egibar y Urizar que, en cualquier caso, destacan que en su ánimo no está «presionar» al tribunal. Aún así, el manifiesto llama a la «reflexión» para que «los tiempos judiciales comiencen a acompañar a los tiempos políticos» en Euskadi.
«Tremendamente grave»
Los dos partidos aseguran que,«discrepancias y diferencias políticas al margen», Arraiz ha trabajado «por la paz y la convivencia democrática» y justifican su «solidaridad» con el procesado porque «conocemos su compromiso inequívoco con la democracia y contra toda expresión de violencia». El PNV y la coalición soberanista recuerdan, en este sentido, el «respeto y reconocimiento» de Arraiz «a todas las víctimas, sin excepción», por lo que le definen «como un interlocutor válido y necesario para consolidar un tiempo político nuevo en el País Vasco».
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«Tremendamente grave» ha sido la valoración por parte del PP vasco del comunicado de la izquierda abertzale y los jeltzales. Especialmente, en el caso de estos últimos. Según la secretaria general, Nerea Llanos, «una vez más el PNV va de la mano de EH Bildu» para poner «en solfa» el Estado de Derecho y «hacer una injerencia clara desde ámbitos externos» en las resoluciones judiciales.
La polémica declaración viene a ensombrecer un poco más la presunta fase de distensión que se habría iniciado entre el PNV y el PP vasco a raíz de la entrevista del lehendakari Iñigo Urkullu con el líder de los populares vascos y ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, a mediados de marzo. En esa reunión, Alonso ofreció al jefe del Ejecutivo el apoyo del PP para garantizar la «estabilidad» y frenar «el aumento de posiciones populistas y radicales» en Euskadi, en alusión a Podemos. Un día más tarde, el Gobierno vasco y el PNV se distanciaron de la oferta, que el ministro reiteró el pasado día 23 «tendiendo la mano, aunque la muerdan». Este mediodía Alonso ha cambiado de tono: durante un acto en Bilbao con el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha afirmado que el PNV se encuentra en «fase de ocurrencias» con discursos como el del pase foral que abandera el lehendakari y ha acusado al presidente del EBB, Andoni Ortuzar, de dedicarse al «electoralismo» con su propuesta de celebrar una ronda de consultas políticas sobre el autogobierno, a la que él no acudirá mañana por su asistencia al Consejo de Ministros de los viernes. «Así que nos veremos otro día», ha concluido.
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