Sin alternativa
Que el PP vuelva a ser favorito el 26-J con lo que le ha llovido es como para que sus adversarios se lo hagan mirar a fondo
Alberto Ayala
Miércoles, 20 de abril 2016, 01:58
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Alberto Ayala
Miércoles, 20 de abril 2016, 01:58
Lo del Partido Popular se ha convertido en lo más parecido a un sinvivir. La verdad es que no recuerdo nada similar en política desde los estertores del felipismo, allá a mediados de los años 90 del siglo pasado, cuando los escándalos se acumulaban en ... Ferraz día sí, día también.
No hace falta rebobinar en el tiempo y retrotraerse a cuando estallaron los casos Camps, Gürtel o Bárcenas. Ni al escándalo Aquamed. Ni siquiera volver a importunar a Rita Barberá, que tan ricamente permaneció fisgando tras el visillo de la ventana de su casa hasta que no tuvo más remedio que dar la cara ante la prensa.
Hasta los casos del exministro José Manuel Soria, forzado a dimitir por mentir de forma reiterada sobre sus sociedades offshore en las Bahamas y en Jersey, y del exalcalde de Granada, el polémico José Torres Hurtado, que igualmente ha tenido que abandonar el cargo tras ser acusado de un presunto chanchullo urbanístico de esos de manual, van quedando atrás. Y sin que haya sido posible arrancar a Mariano Rajoy una mínima opinión al respecto.
Total que Génova y La Moncloa parecían tener por fin unas horas de sosiego para pensar, tal vez, en alguna maniobrilla dirigida a debilitar un poco más a Pedro Sánchez o a Albert Rivera, de cara a las más que probables elecciones generales del próximo 26 de junio, cuando de nuevo ha regresado la tormenta. Ahora ha sido el mismísimo expresidente José María Aznar quien se ha enzarzado con el ministro Montoro al denunciar a la Agencia Tributaria por la filtración, la semana pasada, de sus problemas con el fisco a un medio digital, a OKdiario.
Nervios otra vez
Y de nuevo han vuelto los nervios al PP. Y de nuevo el ministro Montoro vuelve a verse en la picota, incluso entre los suyos. Y es que resulta cualquier cosa menos presentable cómo se han usado a conveniencia esta legislatura los problemas fiscales de determinados políticos y expolíticos como Rodrigo Rato, Juan Carlos Monedero, Esperanza Aguirre y ahora José María Aznar. Datos que, recordemos, tienen un carácter confidencial y de cuya custodia debiera haberse responsabilizado con mimo el propio Montoro. Ya veremos hasta dónde llega la querella de Aznar y si logra o no destapar la identidad del filtrador.
Bueno pues con semejantes mimbres, y pese a un Rajoy que lleva tres meses y medio largos sin mover un dedo para intentar pactar con nadie, el PP vuelve a ser el gran favorito para ganar las eventuales elecciones generales de junio. Ni un sólo sondeo se ha atrevido a pronosticar lo contrario.
Ayer mismo se conoció que el Gobierno en funciones sí va a mover al menos una ficha para intentar asegurarse el voto del mayor número posible de funcionarios. El gabinete de Rajoy les devolverá a final de este mes la mitad de la paga extra de Navidad de 2012 que entonces les retiró en plena crisis y que aún está pendiente de abono.
Una decisión electoralista, sí, pero nada original. Aquí en Euskadi el Gobierno de Urkullu acordó hace algunas semanas algo similar y otras dos medidas: la recuperación de las 35 horas semanales y de los llamados canosos.
Si a ello añadimos que el ministro De Guindos no tuvo ayer el menor problema en anunciar que empeoran las previsiones en paro y déficit para los dos próximos años, ¿no les parece que sería como para que los adversarios políticos del PP se lo hicieran mirar detenidamente y procedieran a renovar sus cuadros y su oferta política? Pues parece que no. Al menos no antes del 26-J.
PSOE y Podemos votaron anoche en el Congreso a favor de una iniciativa de ERC para rebajar la edad de acceso al derecho al voto hasta los 16 años. La iniciativa no llegará ahora a ninguna parte porque la legislatura terminará, salvo sorpresa mayúscula, la semana que viene, pero previsiblemente se retomará en la próxima. ¿Un posible alivio para los males de los partidos de izquierdas? Más parece una pobre respuesta.
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