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alba cárcamo
Lunes, 18 de abril 2016, 11:59
La Secretaría General para la Paz y la Convivencia y las tres universidades vascas han querido sumar al alumnado a la «reflexión crítica» sobre la violencia. La UPV, Deusto y Mondragón han puesto en marcha un proyecto piloto con el que han aprovechado la «reflexión ... crítica» que ofrece el cine documental para despertar en los jóvenes el debate en torno al terrorismo y las víctimas. Así, 280 universitarios han visionado en clase diferentes trabajos audiovisuales sobre ETA, GAL y otras vulneraciones de derechos humanos que les han servido para acerarse a una realidad «lejana» para muchos de ellos.
Los tres rectores, Iñaki Goirizelaia (UPV), José María Guibert (Deusto) y Vicente Atxa (Mondragón) han presentado este lunes por la mañana al lehendakari, Iñigo Urkullu, los resultados del programa 'Ahotsak' (Voces), que se desarrolló entre octubre y diciembre pero que tiene vocación de continuidad. Tras el encuentro, el secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, junto a representantes de los centros docentes, ha desgranado los detalles de una iniciativa que, en su opinión, contribuye al «puzle de la convivencia» y favorece el «encuentro social».
Los recursos empleados se han seleccionado teniendo en cuenta «la promoción del respeto a los derechos humanos; la pluralidad de puntos de vista así como de violaciones ocurridas; y la actualidad de los materiales», ha precisado Iker Uson, responsable del proyecto en Deusto. No en vano, los docentes tendrán libertad para elegir otros trabajos de temática similar. Hasta el momento, disponen de títulos de films como 'Lasa y Zabala' y 'Yoyes' y de una decena de documentales que versan sobre diálogos de víctimas y etarras arrepentidos ('Al final del túnel', 'El perdón', 'El reencuentro', 'Hablan los ojos', 'El valor de la autocrítica'); familias de afectados por diferentes violencias ('Gleencree', 'Reconciliación'); víctimas de abusos policiales ('Por quién no doblan las campanas'); mujeres damnificadas por el terrorismo ('Mujeres en construcción'); y amenazados por ETA ('Perseguidos').
Las universidades han habilitado un espacio web en el que se puede acceder a información sobre los 12 recursos. En cada caso, el profesorado dispone de una guía didáctica con la que, antes del visionado, ha explicado Uson, se abordan «unos conceptos» que aparecerán en la proyección (derechos humanos, encuentros restaurativos, víctimas, perdón, sufrimiento, normalización y justificación de la violencia...). Después de ella, se plantean una serie de cuestiones que invitan al debate en el aula. Sin embargo, ha celebrado, algunos docentes han ido un paso más allá «y han pedido trabajos» extra sobre esa temática.
El responsable universitario ha puesto de relieve que «nueve de cada diez estudiantes -casi la totalidad de entre 18 y 23 años- consideran que ha sido productivo y se alegran de haber realizado la actividad», lo que les anima seguir con un programa que alentado la curiosidad de los participantes. «Lo que más han valorado ha sido poder escuchar a las víctimas, tener la oportunidad de hablar y conocer diferentes opiniones», ha asegurado. De hecho, casi la totalidad cree que la iniciativa ha provocado «una reflexión útil» y que les ha aportado «reconocer la pluralidad» a través de diferentes «voces».
En su mayoría (32%) los participantes cursaban estudios para la enseñanza, aunque también se llevaron a cabo proyecciones en grados de empresariales (26%), trabajo social y educación social (24%), comunicación (17%) y turismo (1%). Para Fernández, el hecho de que «las tres universidades trabajen juntas tiene un valor cualitativo muy importante».
Los cuatro 'socios' del proyecto quieren además impulsar una iniciativa similar para involucrar a la sociedad «en la construcción de la memoria». En ese sentido, el departamento que dirige Jonan Fernández y EiTB están elaborando cinco documentales que década a década abordarán los últimos cincuenta años de violencia. Con esos trabajos audiovisuales como referencia, las universidades y el Gobierno vasco desarrollarán una herramienta que pondrán al servicio de ayuntamientos y asociaciones de todo tipo para impulsar una reflexión «crítica» del pasado y contribuir a la «convivencia».
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