david guadilla
Jueves, 24 de marzo 2016, 12:34
El Aberri Eguna suele ser una fecha propicia para que los dirigentes del PNV saquen a relucir sus mensajes más esencialistas y los discursos con un mayor calado soberanista. A la espera de las intervenciones que puedan lanzar el domingo el presidente del partido, Andoni ... Ortuzar, y el lehendakari, Iñigo Urkullu, en el acto que se celebrará en la Plaza Nueva de Bilbao, la formación jeltzale, sin embargo, ha optado este año por abrir el abanico de su argumentario con un manifiesto al que imprime un fuerte contenido social y económico, con alusiones a la «pugna geoestratégica alrededor del petróleo», a «la pujanza económica de los gigantes asiáticos», al acero producido en China, a los fondos especulativos y a los refugiados que huyen «despavoridos de la crueldad de la guerra».
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El texto, presentado esta mañana por la presidenta del Bizkai buru batzar, Itxaso Atutxa, no olvida en cualquier caso la reivindicación de la «nación vasca», pero sí demuestra hasta qué punto en Sabin Etxea han optado por seguir marcando enormes distancias con el escenario catalán. Frente al discurso más rupturista impulsado por la Generalitat y diversos colectivos políticos y sociales independentistas, el PNV insiste en la «necesidad de establecer una actualización del autogobierno que hoy nos da cobijo» con una hoja de ruta en la que primero pretende buscar un acuerdo interno entre los diferentes partidos vascos, para luego alcanzar un «compromiso con el Estado desde la premisa del respeto recíproco y la bilateralidad».
Aunque se insiste en la necesidad de buscar una «articulación jurídico-política propia y singular, es decir, la soberanía plena», en ningún momento del manifiesto se alude forma directa a la independencia.
'Euskadi, un nuevo impulso'
De hecho, el documento, bajo el título 'Euskadi, un nuevo impulso', concreta las bases, ya conocidas por otra parte, sobre las cuales el PNV quiere asentar el nuevo estatus del País Vasco: «respetar el principio de legalidad, aunque recalcando que el respeto a la voluntad popular debe encontrar en cada momento un cauce de aplicación y su entronque en el ordenamiento jurídico» -o lo es que lo mismo, buscar una fórmula para habilitar una consulta legal-, reconocer «la identidad nacional del pueblo vasco», que además constituye un «sujeto político y jurídico con derecho a decidir su futuro»; y «reestructurar» la relación política con el resto de España mediante un sistema de «bilateralidad», similar al que marca el Concierto en el ámbito económico.
Con un tono pragmático, el documento subraya que «el reto pasa por incorporar voluntades que se identifiquen con el proyecto. Hacer nación es acercar la mayoría política a la mayoría social. No defraudar sus expectativas. Construir nación, es presentar programas plurales, inclusivos y amplios».
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El PNV no alude en ningún momento ni al PSE ni al PP ni a Podemos, formación que según las encuestas podría disputarle la primera posición en el Parlamento vasco. Sólo a preguntas de los periodistas, Atutxa se ha referido al partido liderado por Nagua Alba, que el domingo también celebrará el Aberri Eguna, algo que la presidenta del PNV vizcaíno «valora muy positivamente», convencida de que se trata del día de «todos los vascos» y que otras formaciones «ya lo hicieron en el pasado», en alusión a los socialistas, que en la actualidad consideran el Aberri Eguna una fiesta nacionalista y abogan por recuperar el Día del Estatuto.
A quien sí menciona el manifiesto es a la izquierda abertzale, a la que acusa de obviar «la tradición humanista inherente al proyecto político abertzale». El PNV, además, pone en valor el término Euskadi frente a Euskal Herria. Los jeltzales critican que el primer concepto haya dejado de usarse como «proyecto político común para vascos de ambos lados del Pirineo sustituyéndolo por el sustantivo Euskal Herria». Para el PNV, Euskal Herria sería «una comunidad natural delimitada en unos territorios específicos» y Euskadi, «la patria de los vascos».
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El manifiesto, en todo caso, no olvida el periodo político en el que se va a celebrar el Aberri. «El Estado español sigue en crisis institucional y política. Si no cambian las cosas, se repetirán las elecciones generales», creen en Sabin Etxea, donde también se subraya que en el País Vasco «se agota un ciclo legislativo». La fecha teórica de los próximos comicios autonómicos es otoño, pero siguen los rumores sobre un posible adelanto electoral. Atutxa ha insitido en que es competencia del lehendakari y que será él quién decida cuando llamar a las urnas.
Sea cuando sea, el PNV quiere trasladar el mensaje de una legislatura que ha dejado «un poso notable de estabilidad y certidumbre».
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