Alonso explicará hoy las irregularidades de Aldecoa en la caja del PP de Bizkaia

Tres semanas después de que el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, confirmase la existencia de «indicios serios» de una gestión irregular en la gerencia vizcaína del partido, los auditores que han examinado la contabilidad han concluido su trabajo fiscalizador con ciertas suspicacias: quedaría una suma considerable de dinero por justificar. Alonso denunció que Arturo Aldecoa, suspendido de sus funciones como gerente, habría sacado de las cuentas del Partido Popular de Bizkaia cantidades superiores a los cien mil euros anuales desde 2012.

Según el líder de los populares, Aldecoa obtenía el dinero mediante cheques al portador -tenía firma autorizada para hacerlo- con el fin de destinarlo teóricamente a la caja. Desde ahí se afrontaban luego los pagos en efectivo, pese a que ese procedimiento estaba vetado por la dirección nacional, partidaria de las transferencias a raíz del escándalo de Luis Bárcenas

Los interventores de Génova, que cotejaron sobre el terreno las facturas en la sede de Bilbao, sospechan que Aldecoa utilizó dinero no sólo para sufragar gastos particulares, sino para hacerse con un sobresueldo personal. Con un «complemento» sin declarar que de alguna forma compensaría las diferentes tareas políticas que se esfuerza en reivindicar desde que estalló el caso. «Soy muchas más cosas que el gerente», ha señalado recientemente.

«Pequeños» gastos

Hasta la fecha, Arturo Aldecoa ha reconocido que usaba dinero del partido para sufragar el desempeño de sus funciones como gerente, juntero, responsable de campaña y administrador ante el Tribunal de Cuentas, entre otras tareas que le harían «necesario» tirar de la caja del PP. En cualquier caso, alega, sería para «pequeños» gastos en transporte, comidas o formación. Oficialmente, cobraba su sueldo por dos vías. La nómina de gerente, establecida en algo más de 2.000 euros mensuales, y las dietas percibidas como juntero, de unos mil euros al mes.

Sin embargo, los auditores que han revisado los justificantes han detectado que el responsable de las finanzas gastó entre 60.000 y 85.000 euros para «fines ajenos» al PP sólo durante el año pasado, una cantidad más que considerable que no se justificaría con esa declarada austeridad. Por eso, sostienen entre las filas conservadoras, las cuentas del gerente no cuadran. «¿Os lo cargáis por una tarjeta barik y unos menús del día?», se preguntan irónicamente en el partido. «Si supieras... Lo que hay es de vergüenza», contestan quienes están al tanto de las conclusiones preliminares de la auditoría.

Según denunció Alonso hace tres semanas, Aldecoa gestionó la contabilidad de los últimos años de forma «rara» y «anómala» al mantener la práctica de sacar dinero en metálico de las cuentas del PP vizcaíno en vez de utilizar las transferencias. Un sistema que alimenta las sospechas porque amplía las zonas de sombra para eventuales manejos fuera de control.

Teóricamente, esos fondos tenían como destino la caja del partido, desde donde se costeaba el funcionamiento de la organización: papelería, publicidad y alquiler de lonjas, entre otros gastos. También se pagaba en efectivo a los proveedores en un momento en el que algunas empresas y particulares no querían verse ligados a las siglas del PP con transferencias que, a su juicio, les pudieran comprometer.

Las irregularidades

Los auditores han detectado al menos tres campos de presuntas irregularidades en la gerencia de Aldecoa: los gastos personales «no autorizados», los no justificados y los atribuibles a una deficiente gestión. Al parecer, había locales en renta que se seguían pagando, a pesar de que la dirección vizcaína le había dado la orden de poner fin al alquiler. «Pensaba que él mandaba en las cuentas», explican en el partido.

El caso entra en su recta final. Las conclusiones de la auditoría son claves para que el partido pueda actuar contra su gerente y su contable provincial, Gonzalo Pontes, también apartado del cargo. Aunque algunos dirigentes ya han manifestado que hay «pruebas más que suficientes», los populares quieren tenerlo todo atado antes de poner el asunto en manos de la Justicia para profundizar en la investigación y depurar eventuales responsabilidades. Al parecer, la dirección trabaja en la elaboración de una querella que servirá además para concretar por escrito las acusaciones que pesan sobre el gerente.

Lo que tiene claro el partido es que no actuará contra Aldecoa como ocurrió con el despido en diferido de Bárcenas. La dirección de los populares de Euskadi parece dispuesta a plantear antes el despido de su gerente territorial, que insiste en denunciar una «cacería» que tendría como objetivo forzar el relevo en la ejecutiva de Bizkaia. Otra cosa es quién pondrá la firma a la querella: si la dirección vasca o la vizcaína. En cualquier caso, la primera consecuencia de esta crisis es que la eventual salida de Aldecoa, considerado un miembro del núcleo duro en la organización provincial, allana el camino a la renovación.