EH Bildu se desmarca de Podemos y dice que no apoyará un gobierno «contra el PNV»

El parlamentario vasco dejó claro, unos días después de que dirigentes abertzales y jeltzales se lanzaran dardos envenenados a cuenta de ETA, el pasado y la política penitenciaria, que su relación con el partido mayoritario goza de buena salud. Afirmó que no están contra nadie, «ni contra los unos ni contra los otros», sino que pretenden ser una suerte de bisagra, «un eje sobre el cual hay que articular ese cambio político y social» que, en su opinión, de una forma u otra las tres formaciones pueden alumbrar.

Arraiz colocó además a EH Bildu como «la única fuerza política que es capaz de entenderse con los unos y con los otros». Y en las últimas semanas han puesto en marcha toda la maquinaria institucional -y política- para que así sea.

Arnaldo Otegi, por ejemplo, tendió la mano a Podemos nada más salir de la cárcel de Logroño para intentar «democratizar el Estado». Como contrapartida el exportavoz de Batasuna pidió que, cuando la formación morada se dé cuenta de que eso no es posible, Pablo Iglesias acepte abrir un segundo frente independentista en Euskadi, siguiendo la estela de Cataluña. Unos días después, el parlamentario de EH Bildu y presidente de EA, Pello Urizar, ofreció al PNV buscar juntos un pacto sobre un nuevo estatus con Madrid a cambio de que los jeltzales pongan una fecha límite para, en caso de negativa del Estado, ambos partidos emprendan por cuenta propia el camino hacia la secesión.

Todo ello en un contexto en el que los responsables de EH Bildu han sabido ceder terreno y alcanzar con el PNV importantes acuerdos. Mientras sus portavoces perdían las formas con reproches, los dos partidos trabajaban para impulsar proyectos compartidos. En apenas un mes han pactado la renovación de Eudel, han acordado en el Parlamento vasco una resolución para exigir al Gobierno central que el País Vasco gestione sus propias pensiones, y han suscrito la Ley Municipal para Euskadi -era la única autonomía que carecía de legislación propia sobre el régimen local-.

Pero en los puentes tendidos al partido de Andoni Ortuzar, Arraiz precisó que no hay carta blanca. Estarán a su lado, sí, pero si garantizan que se cumpla el objetivo que persigue la coalición: «El cambio político y social, que para nosotros es todos los derechos sociales para todas las personas y derecho a decidir».

Proceso constituyente

En los dos casos podría haber coincidencias también con Podemos, por lo que Arraiz llamó a «articular esa mayoría social y política» que defiende «dar la palabra» a la ciudadanía. En ese sentido, rebajó las aspiraciones de la propuesta que Otegi hizo a Podemos, y avanzó a la formación de los círculos que «si vais a hacer ese intento por democratizar el Estado, que sepáis que todo aquel que lo intente va a contar con nuestra ayuda». Zanjó, sin embargo, que cree que es una empresa «poco menos que imposible», igual que la de que el próximo Ejecutivo estatal apueste por «la bilateralidad» y negocie sobre la unidad de España con el PNV.

Por ello, invitó tanto a Podemos como a PNV a que «participen en el proceso constituyente que hay que poner en marcha en Euskal Herria para que podamos ser dueños de nuestro futuro como país cuanto antes».