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David Guadilla
Jueves, 10 de marzo 2016, 23:42
El cruce de reproches en el que están metidos el lehendakari y la izquierda abertzale desde el pasado lunes ha vivido un nuevo episodio, después de que Iñigo Urkullu haya instado esta noche a Sortu ser autocrítica por respaldar durante años las acciones de ETA. «¿ ... Tan difícil es reconocer que matar y extorsionar estuvo mal?», ha subrayado el lehendakari en una entrevista en ETB, en la que el jefe del Ejecutivo autónomo no ha aclarado cuándo piensa convocar las elecciones autonómicas. Aun así, ha subrayado que «si las cosas son normales, es probable que sean después del verano».
Urkullu ha comparecido en el Palacio Escoriaza Esquivel de Vitoria y ha respondido a las preguntas de cuatro periodistas del ente público: Aintzane Bolinaga, Xabier Lapitz, Dani Álvarez y Maider Beistegi. Lo ha hecho horas después de un duro encontronazo dialéctico entre Andoni Ortuzar y Pernando Barrena. El presidente del PNV ha dicho que el portavoz de Sortu es un político «obstáculo para la convivencia». La bronca entre las dos formaciones nacionalistas arrancó el lunes, cuando Urkullu aludió, durante una visita a la factoría de Michelín de Vitoria, a Luis Abaitua, director de la planta que fue secuestrado por ETA en 1979. Arnado Otegi fue condenado por esta acción. La izquierda abertzale considera que la mención a Abaitua buscaba minar la imagen de Otegi.
En este contexto, y preguntado por los periodistas, el lehendakari ha recalcado que para la convivencia es fundamental la «verdad, el reconocimiento y el respeto». «¿Hay que olvidar lo que ha sucedido?», se ha preguntado Urkullu, quien ha separado estas polémicas del acuerdo suscrito con la propia izquierda abertzale para aprobar una Ley Municipal en el Parlamento.
Una norma que ambas partes consideran un hito de una legislatura que, en principio, se agotará en otoño. Las elecciones autonómicas están previstas para entonces, pero no está del todo claro que vayan a celebrarse «cuando toca». Urkullu ha recalcado que, «si las cosas son normales, es probable que sean después del verano», aunque también ha dejado la puerta abierta a un calendario diferente en función de cómo evolucione la conformación de pactos en España.
En todo caso, el lehendakari sí ha confirmado dos cuestiones: que si las formaciones con representación en el Congreso logran un acuerdo de investidura antes del 2 de mayo y hay Gobierno en España, las autonómicas irán tras el verano y que, en cualquier caso, no se celebrarán de forma conjunta con las generales en caso de que en Madrid no haya acuerdo y las generales sean el 26 de junio. «No me parece lo más oportuno», ha subrayado. El Parlamento tiene que disolverse casi dos meses antes de las elecciones. La Ley Municipal no se aprobará en pleno hasta abril, por lo que si en ese momento Urkullu decide convocar los comicios, éstos no podrían ser hasta bien entrado junio. Y eso como pronto.
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