El hijo de 'Lalo', la tercera autoridad del Estado

Una alianza con el PP vuelve a ser clave para que haya recalado en el Congreso. Esta vez los populares han dado por bueno su nombramiento y no han presentado un candidato. De esta manera, López sucede en el cargo al popular Jesús Posada y se convierte en la tercera autoridad del Estado, solamente por detrás del Rey y del presidente del Gobierno.

Tras desempeñar gran parte de su carrera política en Euskadi, Alfredo Pérez Rubalcaba reclamó su presencia en Madrid como secretario de Relaciones Políticas. Cuando abandonó la secretaría general del PSE-EE y el Parlamento vasco, López se volcó desde 2014 en la política nacional. Desde entonces se ha convertido en uno de los hombre de confianza de Pedro Sánchez, quien finalmente anunció su candidatura a presidir el Congreso.

Cuando fue elegido lehendakari consiguió, con 25 escaños, los mejores resultados para un socialista en las elecciones autonómicas. Sin embargo, el pacto con el PP fue clave para que se convirtiese en el único líder autonómico vasco socialista. Desde su elección, el apoyo en las urnas al PSE ha entrado en un importante declive. Aunque sin duda, si hay algo que destaca el político portugalujo sobre su carrera es el cese definitivo de la violencia de la banda terrorista ETA.

Creció en el seno de una familia obrera y desde niño convivió con las ideas socialistas. Sus ideas políticas las mamó de su padre, el histórico dirigente del socialismo vasco Eduardo López Albizu 'Lalo'. A sus 56 años, el protugalujo sigue teniendo un entorno afín a sus principios ya que está casado con Begoña Gil, secretaria de Política Institucional y Reformas Institucionales del partido.

Criado en plena dictura, el régimen marcó la infancia de Patxi López. Sin ir más lejos, no pudo hacer la primera comunión como el resto de los niños de su edad porque sus padres estaban deterrados. Su madre tuvo que marcharse a Cáceres mientras que su padre estaba en Huercal Overa, Almería. Aunque sin duda una de las imágenes que permanecen grabadas en la mente del ahora presidente del Congreso es la de los registros de la Policía o la Guardia Civil en su casa. «En muchas ocasiones los 'papeles' acaban en mi cama y yo haciéndome el dormido», confiesa.

Desde bien pequeño también estuvo en contacto con históricos socialistas. Por su casa desfiló un incontable número de compañeros: Felipe González, Ramón Rubial, Carmen García Bloise, Joaquin Almunia, los hermanos Cobos, Txiki Benegas, Manolo Chaves Y su madre Begoña ejercía de perfecta anfitriona demostrando su manejo de los pucheros. «Gracias a tanta boca que alimentar, se ha convertido probablemente en la mejor cocinera de salsa vizcaína del mundo, porque todo eran cazuelas de bacalao, caracoles, morros», recuerda con cariño.

La Margen Izquierda tras el objetivo

Aficionado a la fotografía, disfruta contemplando su Margen Izquierda desde el objetivo de su cámara. Con los ojos puestos en la ría de Bilbao le vienen a la mente «el pasado de la comarca, sus fábricas y esa nostalgia de lo que ya no es».

Es un coleccionista incansable de cds y vinilos -tiene más de 8.000-, aunque tiene la espinita clavada de no saber tocar ningún instrumento. Le encantaría ser capaz de hacer sonar una guitarra eléctrica. En su lista de reproducción pueden pasar desde Jacques Brel a Masive Attack, y se lo pasó como un niño con conciertos de Peter Gabriel y Bruce Springsteen. De hecho, ha tenido que viajar a dedo en más de una ocasión para ver a sus grupos favoritos. Aunque, sin duda, uno de sus recuerdos más cariñosos es su primer tocadiscos. Se lo vendió Joaquín Almunia por 13.000 pesetas.