Aintzane Ezenarro respaldará por primera vez al PNV en la campaña electoral

Según han confirmado medios gubernamentales, la exparlamentaria de Aralar, fichada por el lehendakari Urkullu en 2013 como asesora de la secretaría de Paz y Convivencia y propuesta después al Parlamento para dirigir el organismo encargado de coordinar las políticas públicas de memoria, asistirá al evento, en el que no tomará la palabra, y apoyará la apuesta del PNV por resarcir a las víctimas anónimas del franquismo, incentivar la recuperación de restos enterrados en fosas comunes o retirar la simbología heredada de la dictadura de Franco. Ezenarro estará acompañada por las otras dos cabezas visibles del área de Paz y Convivencia, dependiente de Lehendakaritza: su secretario, Jonan Fernández -que ya se ha dejado ver en citas jeltzales como el Aberri Eguna o el Día del Partido-, y la directora de Víctimas y Derechos Humanos, Monika Hernando.

La Secretaría, muy activa en las políticas para reconocer a las víctimas del franquismo, ha impulsado, de hecho, un programa propio frente a una legislación estatal que, para los nacionalistas vascos, se ve lastrada «por el tabú de la Transición». Es frecuente, de hecho, que consejeros y otros miembros del Gobierno respalden con su presencia actos sectoriales del partido relacionados con su ámbito de actuación, aunque el caso de Ezenarro es llamativo por su militancia anterior en Aralar, de la que fue expulsada la pasada legislatura por impulsar una ponencia de paz y convivencia en el Parlamento en contra del criterio de la dirección. Entonces, se especuló con su incorporación a las listas guipuzcoanas del PNV o incluso con la creación de un nuevo partido abertzale, aunque ella zanjó los rumores y dejó claro que se retiraba para reciclarse. Tras un año apartada de los focos, pasó a asesorar al Gobierno vasco en materia de políticas educativas en materia de derechos humanos y, desde su puesta en marcha el mes pasado, dirige el Instituto de la Memoria.

Cita en Gernika

El acto de Bilbao es paradigmático de una campaña en la que el PNV debe concentrarse en áreas en las que puede defender un discurso propio y diferenciado, para alejar así cualquier tentación de que el electorado considere a la formación jeltzale un convidado de piedra en la liza entre los dos representantes del bipartidismo tradicional (PP y PSOE) y las dos fuerzas emergentes (Ciudadanos y Podemos) con opciones de disputarles el poder. En esa misma lógica se enmarca el acto «solemne» con que el partido arrancará, el próximo viernes, el día a día de la campaña: el PNV reunirá a sus cargos públicos en la Casa de Juntas de Gernika para escenificar una cerrada defensa del Concierto y de las instituciones de autogobierno, otro de los puntales de su mensaje de cara al 20-D.

El lehendakari Urkullu también respaldará activamente una campaña que, aunque especialmente complicada para el PNV por el convulso y abierto escenario político, los jeltzales afrontan con la perspectiva de mejorar sus resultados y ampliar su representación de cinco a seis diputados, una posibilidad que contemplan las encuestas que Sabin Etxea maneja. El jefe del Ejecutivo vasco intervendrá en los seis mítines principales: el acto de apertura esta noche en Vitoria, en el de cierre en Bilbao, en los actos centrales de Gipuzkoa y Álava y los vizcaínos de Barakaldo y Getxo.