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José Mari Reviriego
Lunes, 30 de noviembre 2015, 03:14
Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) ha decidido hacer borrón y cuenta nueva. La refundación, anunciada por Artur Mas en un momento de parón del procés, deja al descubierto la trayectoria del que ha sido el partido hegemónico en Cataluña desde la recuperación de la democracia. ... Un período en el que CDC, en comunión con Unió, ha llegado a jugar un papel esencial en la estabilidad institucional del Estado, pactando con gobiernos del PSOE en la etapa de Felipe González y del PP con José María Aznar. Durante ese ciclo de mano tendida, sus siglas se han visto salpicadas por graves casos de corrupción, casi desde el mismo arranque de los mandatos de Jordi Pujol en la Generalitat. Los escándalos se han sucedido hasta hoy y han provocado el embargo de todas las sedes de la formación, un hecho insólito en política. Entre acusaciones de financiación irregular, comisiones ilegales y clientelismo, la fuerza que lidera Mas ha dado un volantazo hacia la independencia, en lo que parece la última maniobra de los convergentes con su denominación histórica. A partir de ahora serán Democracia y Libertad, aunque sus juicios con el pasado siguen pendientes.
En esta disolución de CDC aflora el lado oscuro del pujolismo; precisamente, lo que la CUP ve en Artur Mas. El president en funciones y líder de Convergència ha diluido las siglas a medida que ha visto menguar sus apoyos electorales. Primero, las tensiones reventaron la alianza con Unió en CiU. Después, Más participó camuflado en la coalición independentista Junts pel Sí.
Ahora, CDC prepara un epílogo en el que sobresale una concatenación de escándalos que no por conocidos dejan de causar asombro. «El marco político catalán está impregnado de una corrupción que ensucia la democracia», ha declarado recientemente Carlos Jiménez Villarejo, exfiscal jefe Anticorrupción e investigador de numerosas causas abiertas al pujolismo, entre ellas, Banca Catalana.
Sin embargo, «el discurso oficial» en la comunidad, amplificado por TV3 y Calalunya Radio, no es precisamente de autocrítica, explica a este periódico Arantxa Capdevila, licenciada en Ciencias Políticas y Sociología, y profesora de la Universitat Rovira i Virgili. «No hay un sentimiento de vergüenza en CDC», sostiene. En todo caso, subraya, en las filas convergentes se vinculan «las acusaciones con una presunta venganza del Estado por el procés».
Macià Alavedra
Casos Pretoria y Estevill: Cargo clave del Govern en los años noventa. Detenido en la operación Pretoria, dimitió como consejero de Economía en 1997 tras ser relacionado con el juez Estevill, condenado por corrupción. Le sustituyó Artur Mas.
Palau de la Música
Financiación irregular: El desfalco del Palau, listo para ir a juicio, revela que CDC se financió presuntamente con las donaciones que Ferrovial le entregó a cambio de obras públicas. El caso ha provocado el embargo de todas las sedes del partido.
Oriol Pujol
Caso ITV: Exsecretario general de Convergència e hijo del expresident. Imputado por tráfico de influencias por la concesión de las ITV, «aprovechando su cargo político y las influencias que se derivaban de ello». Se apartó de la política en 2014.
Jordi Sumarroca
Caso del 3%: Empresario, íntimo de la familia Pujol e hijo de uno de los fundadores de CDC. Acusado de encubrir el pago de comisiones ilegales. Su empresa habría pagado mordidas del 3% a cambio de contratos en ayuntamientos controlados por CiU.
Andreu Viloca
Las donaciones: Tesorero del partido. Fue detenido el mes pasado por su presunta participación en una operación para camuflar como donaciones a CDC lo que eran supuestos sobornos por la adjudicación de obras públicas.
Xavier Crespo
Mafia rusa: Exdiputado de CiU. Condenado a nueves años y medio de inhabilitación por dar trato de favor a un mafioso ruso durante su etapa como alcalde de Lloret de Mar. Se ha dado de bajo como militante de Convergència.
Lluís Prenafeta
Caso Pretoria: Secretario general de la Presidencia de la Generalitat de 1980 a 1990. Fue arrestado en 2009 en una operación contra la corrupción urbanística. Estuvo dos meses encarcelado. Tras dejar la política, volvió a la empresa privada.
Lluís Pascual Estevill
Cohecho y prevaricación: Juez y vocal del Poder Judicial a petición de CiU. Condenado en 2005 a nueve años po «atemorizar a empresarios y banqueros para extorsionarles bajo la amenaza de enviarles a prisión». Dictó resoluciones injustas.
Joan Piqué Vidal
Abogado de Estevill: Condenado en 2005 a siete años por actuar conjuntamente con Estevill, «potenciando su actividad delictiva y con falta de ética hacia sus clientes». Fue el abogado defensor de Jordi Pujol en el caso Banca Catalana.
Banca Catalana
Escándalo financiero: Pujol, fundador de la banca junto a su padre, fue denunciado en 1984 por presuntos delitos de apropiación indebida, falsedad en documento y maquinación. Se descartó su procesamiento.
Fraude fiscal
Fortuna oculta en el extranjero: Jordi Pujol reconoció en julio del año pasado que estuvo defraudando a la Hacienda pública española de 1980 a 2014. De esos 34 años, 23 de ellos siendo presidente de la Generalitat.
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