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antonio santos
Lunes, 16 de noviembre 2015, 02:46
Eduardo Maura, candidato de Podemos por Bizkaia al Congreso comió ayer en Bilbao con compañeros de partido. El encuentro iba a servir para «hacer piña» y coger fuerzas antes de la campaña electoral, pero se convirtió en un acto en recuerdo de las víctimas de ... París y contra el terrorismo. Así acababa su semana más difícil desde que comenzó a trabajar con Pablo Iglesias hace ya dos años. Profesor en la Universidad Complutense, el político bilbaíno ha estado en el centro de la polémica después de que Roberto Uriarte, el que era secretario general en Euskadi, dimitiera el sábado 7 junto a más de la mitad de la dirección vasca. El motivo, que los dirigentes autonómicos querían sustituir a Maura como 'número uno' por Bizkaia, algo que rechazó la organización en Madrid.
¿Cómo está el partido una semana después?
En una situación como esta nadie gana, pero la verdad es que el conflicto se ha resuelto. Estoy viendo mucho ánimo, aunque es cierto que el momento es difícil. Hay muchas ganas de salir a hacer campaña.
¿Ha quedado tocada la organización?
La importancia del 20 de diciembre está siendo el motor principal de la organización. No tanto mirar hacia atrás como hacia adelante. Estoy sorprendido con la buena disposición de todo el mundo.
¿Le ha defraudado Uriarte?
No, en absoluto. Se produjo un conflicto, él ha dimitido y el gesto le honra.
Su dimisión se produce en el peor momento, a mes y medio de unas elecciones cruciales para Podemos.
El momento es malo, pero es el que se ha dado. Nadie deseaba esto, pero una vez sucedido, la resolución del conflicto está siendo muy rápida y hay motivos para el optimismo.
¿No vieron venir esta crisis? ¿No sospecharon que la cuerda de la que tiraban tanto la organización en Euskadi como la dirección nacional se podía romper?
Yo nunca pensé que Roberto fuera a dimitir.
¿No habló con él para intentar impedir la ruptura?
Yo no puedo ser juez y parte. Como candidato elegido en primarias no puedo intervenir en un conflicto que era entre el consejo de coordinación estatal, el órgano que depende de Pablo Iglesias, y Roberto y el consejo de coordinación en Euskadi. Me mantuve al margen. No hablé con él.
¿Qué se hizo mal?
Estoy convencido de que se podría haber resuelto de otra manera. Hay cauces de sobra y el reglamento de primarias es claro; no había posibilidad de cambiar las listas.
¿Cuál debería haber sido la fórmula correcta de haber solventado este problema?
En primer lugar, se debería haber aceptado el resultado de las primarias y los demás problemas haberlos tratado por separado porque, creo, ninguno de ellos es grave.
¿Qué otros problemas?
En toda fuerza política, la vida en los ciclos políticos muy intensos es muy ajetreada y pueden surgir conflictos. En este caso estábamos hablando de un tema que está reglamentado como son las primarias. Eso hace que no hubiera capacidad de negociación para cambiar las listas. No creo que haya en Euskadi conflictos graves en torno al discurso u otra cuestión. Los problemas se podrían haber solucionado sin ninguna dimisión.
¿Cree que Uriarte y su equipo han sido desleales con el partido? En la rueda de prensa de su adiós cargaron contra usted.
No creo que la política sea una cuestión de lealtad o deslealtad. Hay una serie de cauces orgánicos para resolver los conflictos y en este caso el conflicto se cerró con una dimisión. Siempre es triste una dimisión, pero no me he sentido faltado a la lealtad.
Uriarte ha permanecido ocho meses al frente del partido. ¿Es tan difícil gobernar Podemos?
No. Hay pocas dimisiones en Podemos. La dificultad que tenemos los partidos emergentes es la de construirnos al mismo tiempo que se compite electoralmente. Es como intentar correr y atarte los cordones. El esfuerzo organizativo está siendo enorme y los resultados están siendo buenos.
¿Es usted un 'paracaidista', una persona impuesta desde Madrid?
No soy un 'paracaidista'. Soy de aquí y he trabajado aquí. Cuando hablé con Pablo Iglesias sobre mi candidatura, me comprometí con él a que lo haría con dos condiciones: ir por Bizkaia que es el lugar en el que he crecido y donde vive mi familia y luego, que si había alguna confluencia con otros partidos que afectara a Bizkaia dejaría mi lugar a la persona que se designara.
¿Y no ha ocurrido eso? Han pactado con Equo.
El acuerdo con Equo contempla la modificación de las listas en Álava para incluir a Juan López de Uralde. Pero en Bizkaia no había ese acuerdo para el cabeza de lista.
Uriarte ha dicho que usted no es el mejor candidato para Bizkaia.
A Roberto no le preocupa mi perfil porque conoce mi trabajo político. Él tenía otro criterio a propósito de las listas, pero no he sentido que me cuestionara mi curriculum o capacidad.
¿Se llevan bien ustedes dos?
No hemos hablado, pero mi intención es llevarme bien con él. Forma parte de este proyecto y confío que las cosas también se resuelvan en lo personal. Nunca hemos tenido problemas.
El 'aparato' y el discurso
¿La candidatura queda tocada?
Cuando los conflictos se abren y se resuelven rápidamente adquieren una dimensión de normalidad. Quedan cuarenta días para las elecciones y eso hace que tengamos mucho trabajo por delante. Van a pasar muchas cosas hasta el 20 de diciembre. No creo que nos vaya a pasar factura porque es mucho lo que nos jugamos y eso trasciende a todo lo que ha sucedido.
¿Es usted el candidado del 'aparato'?
No. Fui elegido en primarias y por eso estoy aquí.
-Monedero ha dicho que Podemos debe repensarse tras el 20-D.
Ya hemos hecho muchas cosas. Hay alcaldías del cambio, algo impensable hace cuatro años; hay ahora para las generales una partida abierta donde se podría dar un cuádruple empate; y las cosas que hemos logrado van a tener un significado diferente en función del resultado. Si el 20 de diciembre es muy bueno, todo lo conseguido formará parte de un proceso de cambio sin precedentes. Y aunque tuviéramos un mal resultado, habremos conseguido un montón de cosas. Tener alcaldías como las de Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza no son cosa menor. Me parece precipitado decir que Podemos debe repensarse. La coyuntura tras las generales sí aconseja una reflexión profunda, no tanto porque Podemos esté mal construida, sino porque deberá adaptarse a la nueva coyuntura.
-¿El año del cambio se les está haciendo demasiado largo?
No. Ha tenido altibajos, pero como cualquier año. A mí se me ha hecho muy corto. Los días se hacen largos porque trabajas un montón y con una enorme ilusión, pero las semanas pasan volando. Después de dos años trabajando en esto estoy con muchas ganas.
-Las encuestas hace meses les situaban en la pugna por La Moncloa. Ahora, les dan la cuarta posición.
Cuando salió el CIS todo el mundo, hasta los analistas más alejados de Podemos, ha dicho que la foto del CIS se había quedado vieja. Vamos muy hacia arriba. Hemos elaborado una candidatura muy transversal en la que pueden hacer campaña Mónica Oltra, Colau u otra gente de Galicia que no son de Podemos pero que comparten el proyecto... Y luego están fichajes como los del general José Julio Rodríguez o el catedrático Javier Pérez Royo que hacen que Podemos tenga una capacidad de generar contradicciones en los clichés de quienes nos critican. Frente a quienes nos ven como un partido extremista, personas de un prestigio enorme se suman a la candidatura de Podemos para aportar su experiencia. Victoria Rusell, José Julio...
- ¿El viraje al centro les ha hecho perder su esencia?
El 15-M era gente normal haciendo política y Podemos sigue siendo gente normal que hace política. El 15-M tenía que ver con señalar los déficits del sistema y los problemas endémicos para los partidos, parlamentos... Todas las personas que están en las candidaturas de Podemos defienden eso. No creo que haya una pérdida de los orígenes, al revés, se están enfatizando los orígenes porque personas que piensan diferente se unen por un proyecto común de cambio.
Uriarte y su equipo se han quejado de la existencia en Podemos de un 'aparato' como el que controla los viejos partidos.
Podemos se ha construido de abajo a arriba. Eso puede provocar que haya algunos defectos, porque la coyuntura hace difícil la construcción del partido, pero la realidad es que hay mucha diversidad y mucha gente que expresa sus diferencias por los cauces habituales.
Hay comentarios dentro del partido que aseguran que el equipo de Iglesias está imponiendo su discurso y a sus candidatos en vez de integrar a las voces discrepantes.
Cuando hicimos la asamblea de Vista Alegre un periodista se sorprendía de que los debates fueran abiertos a la prensa y que se pudiera escuchar a quienes criticaban y a quienes alababan. Siempre hemos funcionado así y las discusiones han sido siempre en abierto. Eso hace que la organización sea más democrática e integradora porque a nadie se le niega la posibilidad de discrepar. Si hubiera un aparato fuerte, no habría esas discusiones en abierto.
Desde fuera lo que parece es que en Podemos ocurre lo que en cualquier otra fuerza; el criterio del 'aparato' es el que se impone.
Cada vez que se han tomado decisiones se han recogido siempre enmiendas y propuestas. Hay cierta tendencia a culpar a Pablo Iglesias de todo como si fuera su criterio el que se impusiera siempre. En absoluto, Pablo es el secretario general y tiene un equipo y unas direcciones autonómicas donde el diálogo es continuo. Hay mucho más diálogo en Podemos del que se resalta.
¿Y por qué Uriarte y su equipo hablan del 'aparato' interno?
Es que yo no estoy de acuerdo con ese diagnóstico. El problema que hemos tenido en absoluto tiene que ver con el discurso sino con el resultado de las primarias.
¿Tiene Podemos Euskadi un discurso propio?
En estos ocho meses la organización en Euskadi ha sido autónoma y Roberto Uriarte ha dicho lo que ha pensado y ha consensuado con sus bases. Nunca ha habido un toque de atención ni nada parecido.
La izquierda abertzale ha criticado a Uriarte por exigir a la antigua Batasuna que reconozca el daño causado. ¿Eso va a cambiar?
Esa exigencia se mantiene para todas las fuerzas políticas. No se puede subestimar la importancia de la declaración de cese de violencia de otoño de 2011. El escenario que abrió es muy exigente para todos, para el Gobierno vasco, para EH Bildu, para el PSE, para el PP y para Podemos, así como para el Gobierno de Rajoy. Todos debemos dar pasos porque tenemos la responsabilidad y la oportunidad histórica de construir un marco de convivencia estable y duradero. Podemos es uno de los agentes importantes para que se produzca un pacto de convivencia, basado en el reconocimiento del conflicto y en la capacidad de la sociedad civil vasca para resolverlo.
La incorporación de Rosa Martínez, dirigente de Equo, como 'número dos' en la lista de Podemos en Bizkaia va a hacer que el partido verde pueda lograr dos diputados en Euskadi. ¿No es mucha representación para el peso social que esa fuerza tiene?
No es una cuestión de correlación de pesos. Juan López de Uralde y Martínez se incorporan a las listas de Podemos y serán parte del grupo parlamentario de Podemos. Constata que la posibilidad del cambio está uniendo a personas que vienen de lugares diferentes.
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