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Sonia Jacinto, que hoy ha quedado en libertad tras cumplir seis años de condena por reconstruir la ilegalizada Batasuna, en el momento de su detención en 2009.

Tres condenados por el 'caso Bateragune' han recuperado hoy la libertad

Sonia Jacinto, Arkaitz Rodríguez y Miren Zabaleta, hija del que fuera dirigente de Aralar, han abandonado la prisión tras haber cumplido una pena de seis años. En prisión quedan Arnaldo Otegi, al que le quedan seis meses de condena, y Rafa Díez, con dos años pendientes

óscar b. de otálora

Domingo, 11 de octubre 2015, 10:19

Los dirigentes de la izquierda abertzale Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodriguez han salido hoy de la cárcel tras haber cumplido seis años de prisión acusadas de haber trabajado con el objetivo de poner en marcha la ilegalizada Batasuna, motivo por el que fueron ... detenidos en 2009.

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Sonia Jacinto, que ejercía el papel de tesorera en las organizaciones de la izquierda abertzale, ha salido de la prisión de Estremenera alrededor de las nueve de la mañana. Por su parte, Miren Zabaleta, hija del que fuera dirigente de Aralar Patxi Zabaleta, ha abandonado la cárcel de Valladolid. Por su parte Arkaitz Rodríguez, procedente en su día de colectivos que siguieron los pasos de la ilegalizada Jarrai, ha sido puesto en libertad en la prisión de Logroño.

Por este mismo caso fueron condenados los dirigentes históricos de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi y Rafa Diez, No obstante, ellos aún tienen pendiente un periodo de cumplimiento de condena: Seis meses en el caso de Otegi y casi dos años en el caso de Rafa Diez.

La Audiencia Nacional condenó a los tres acusados que han quedado libres este domingo a ocho años de cárcel y a Otegi y Usabiaga a diez años. Sin embargo, el Supremo rebajó las penas y las dejó en seis años y medio de cárcel en el caso de Otegi y Usabiaga y en seis años para los otros tres imputados.

El tribunal admitía así parcialmente los recursos de los acusados contra la sentencia de la Audiencia, que consideró probado que a través la actividad que desplegaron entre 2008 y 2009 cumplían las instrucciones de ETA, y que Otegi y Usabiaga "ostentaban la categoría de responsables y promotores" de una novedosa estructura que trasmitía las directrices de la banda terrorista. El Supremo dictaminó que esa coordinación "no justifica la catalogación como dirigente", condición que no quedaba acreditada en ninguno de los casos.

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El 'caso Bateragune' -nombre del colectivo creado para dirigir la izquierda abertzale desde ETA- surge de una investigación de la Policía nacional, a partir de informaciones que sostenían que Otegi, acompañado de otros dirigentes de la izquierda abertzale, estaban intentando reconstruir la ilegalizada Batasuna por órdenes de la organización terrorista. En ese momento, la banda terrorista era una organización derrotada, con la práctica totalidad de sus miembros en prisión, aunque todavía cometería atentados como el registrado en 2010, cuando asesinó en Francia a un gendarme, en el tiroteo posterior al asalto a un concesionario, o, un año antes, acabó con la vida del policía nacional Eduardo Puelles, en Bilbao, y los guardias civiles Diego Salva y Carlos Saéz de Tejada, en Mallorca.

Condena de los atentados

Tanto Arnaldo Otegi como el resto de los condenados han señalado que su intención era preparar un cambio en la izquierda abertzale para dar por finalizado "el ciclo de la lucha armada" y pasar a vías exclusivamente. Sin embargo, la sentencia de la Audiencia Nacional por la que fueron condenados destacó que Batasuna no condenó ninguno de los atentados de ETA. El fallo judicial, en este sentido, señalaba: «No se observa que el acusado (Otegi) en algún momento haya condenado, o al menos reprochado, a dicha organización terrorista su criminal proceder, sino simplemente evita su mención por motivos tácticos, para ganar adeptos». «Sólo al cabo de cuatro meses después de las detenciones, en un documento elaborado por la izquierda abertzale, aparece claramente un relativo alejamiento de aquellos métodos violentos, que no ruptura ni nítida condena». Paradójicamente, aunque el caso recibe el nombre de Bateragune, los jueces les absolvieron de formar parte del citado colectivo.

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Además de Otegi y Usubiaga, fueron condenados las tres personas que hoy han quedado en libertad. Miren Zabaleta, abogada e hija del dirigente de Aralar Patxi Zabaleta, ya había estado detenida antes de 2009 por su vinculación con organizaciones juveniles de la izquierda radical. Durante el juicio reconoció que Arnaldo Otegi le había hecho "ver la luz" respecto a la necesidad de cambiar con la forma de proceder de la izquierda abertzale. Sonia Jacinto, por su parte, era la tesorera del PCTV (Partido Comunista de las Tierras Vascas), formación con la que la izquierda abertzale se presentó a las elecciones autonómicas de 2005. Con anterioridad había estado vinculada a las estructuras dirigentes de la izquierda abertzale. El tercer puesto en libertad, Arkaitz Rodríguez, procedía del mundo de Haika, sucesora de la ilegalizada Jarrai. Fue juzgado y absuelto en 2006 por su pertenencia a los aparatos de captación e información de ETA. Posteriormente llegó a escribir cartas conjuntas con Arnaldo Otegi a favor de un cambio de ciclo. Ayer, al salir de prisión, aseguró: "el Estado, se ponga como se ponga y haga lo que haga, no va a poder impedir que Euskal Herria siga los pasos de Cataluña y emprenda su propio proceso independentista".

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