Lucía Urigoitia e Inaxia Zeberio tuvieron unas cuantas cosas en común en su vida. Las dos viajaron a Nicaragua como brigadistas, la primera en 1984, la segunda cuatro años más tarde. A su vuelta del país centroamericano pasaron a formar parte de ETA. Se convirtieron ... en miembros 'liberados' de la banda terrorista, del 'comando Donosti' una, del 'Vizcaya' la otra. Urigoitia murió en 1987 cuando la Guardia Civil entró en un piso de Pasajes en el que se ocultaban los miembros de su comando y ella recibió a tiros a los agentes. Zeberio falleció en 1998 cuando la Ertzaintza entró en el piso de Gernika en el que se ocultaban los miembros de su célula y ella recibió a tiros a los policías. Las dos hirieron a sendos agentes antes de ser abatidas. Una resolución judicial estableció que no había delito en la actuación de la Ertzaintza y otra que tampoco lo había en la de la Guardia Civil. Sin embargo, Urigoitia figura en el polémico listado de víctimas dignas de ser homenajeadas que ha elaborado el Gobierno vasco. Zeberio, en cambio, no figura.

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El listado, bautizado con el eufónico nombre de "Retratos municipales de las vulneraciones del derecho a la vida en el caso vasco", ha provocado polémica por presentar una veintena de etarras como víctimas. También incluye algunos casos de suicidios y media docena de fallecidos por afecciones cardíacas, de cáncer o de otras dolencias presentados como víctimas de "vulneraciones del derecho a la vida" y, por tanto, merecedores de reconocimiento político. Casi todos estos casos tienen un elemento en común: que los autores del informe han hecho caso omiso a la existencia de resoluciones judiciales que han eximido de responsabilidad a las fuerzas de seguridad. Los "Retratos" no sólo ignoran, sino que ocultan fallos de la Justicia española, de la francesa, de la mexicana y de Estrasburgo.

El caso citado de Urigoitia es uno de ellos: el informe omite que la Audiencia de San Sebastián archivó la causa por no existir materia penal. Pero pasa lo mismo con otros casos que afectan a la Ertzaintza: las muertes de Rosa, Zarra, Kontxi Sanchís o Imanol Lertxundi fueron investigadas por los juzgados correspondientes, que determinaron que no había responsabilidad de la Policía vasca. Sin embargo, ahí están sus nombres en la lista de víctimas a reconocer. ¿Víctimas de quien?

La técnica narrativa empleada por los autores de los "Retratos" en estos casos polémicos consiste en hablar de la existencia de "dos versiones: suicidio o asesinato", tal como se expone, por ejemplo, en las fichas de dos etarras que se quitaron la vida: José Luis Geresta y Josu Zabala. Se habla de la "versión oficial" y se contrapone con otra de la izquierda abertzale, dejando la duda abierta y sin hacer referencia a las decisiones judiciales que despejan esas dudas. En el caso de Zabala se termina diciendo que "la familia tiene el caso recurrido ante el Tribunal de Estrasburgo". No se menciona que Estrasburgo rechazó ese recurso en noviembre de 2002, hace nada menos que trece años, y avaló la investigación judicial que determinó que se trataba de un suicidio. En el caso de Geresta también se oculta que en julio de 2000 la Audiencia de San Sebastián determinó que su muerte era "de etiología suicida".

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Ningún poder público, tampoco el Gobierno vasco, puede ignorar las decisiones que han adoptado los tribunales a la hora de establecer responsabilidades penales. No se pueden presentar casos tan graves como una cuestión de opiniones enfrentadas cuando los jueces ya se han pronunciado sobre el fondo del asunto.

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