España reforzó la alerta por las amenazas del número dos del Estado Islámico

Según explicaron ayer mandos de los servicios de seguridad del Estado, la decisión de aumentar el nivel de alerta fue una mezcla de factores. El propio ministro del Interior Jorge Fernández apuntó a la necesidad de subir la gradación por la proximidad geográfica de los atentados de Túnez y Francia, por el aniversario ayer de la creación del califato del Estado Islámico en vastas zonas de Irak y Siria, y por los datos confidenciales en poder de los servicios de información de la Policía y la Guardia Civil y del Centro Nacional de Inteligencia. Y entre esos informes, sobre todo, estaban los preocupantes análisis sobre el discurso que dio el pasado 23 de junio el sirio Abu Muhammad al-Adnani al-Shami, portavoz del Daesh y segunda figura más importante del Estado Islámico después de Abu Bakr al-Baghdadi.

Al-Adnani, en su esperado discurso de comienzo del ramadán, llamó a sus secuaces en todo el mundo a convertir el mes sagrado de los musulmanes en un «mes de desastres para los infieles». En los foros yihadistas los radicales no tardaron en recordar que el propio Al-Adnani en su anterior discurso del 13 de junio había lanzado un llamamiento a «tomar» París, Roma, y Al Andalus (España y Portugal).

Los responsables de Interior aseguran que no hay «indicios concretos» de que esté en marcha un atentado de corte yihadista en España. No obstante, el riesgo de un ataque de un lobo solitario es «muy real».