Convergencia y Unió escenifican su divorcio en el Congreso

Ambas fuerzas políticas trabajarán de manera autónoma. Y esto significa que plantearán iniciativas diferentes, intervendrán en los plenos con dos voces distintas y decidirán de manera independiente el sentido del voto en la cámara. Los tiempos para las alocuciones en la tribuna del Congreso también se repartirán según la representación parlamentaria. Es decir, a Convergencia, con sus diez diputados, le corresponderán más minutos que a Unió, que cuenta con seis representantes.

Así lo ha explicado en el Congreso de los Diputados quien ha sido ya elegido como portavoz de los convergentes, Pere Macias. Su mano derecha será Carles Campuzano, y junto a él se sentará en los escaños inmediatos a la bancada azul del Gobierno, porque la ubicación también se rediseña. Convergencia se queda con la primera fila, Unió con la segunda y la tercera la completan los compañeros de Macias para los que no hay sitio a su lado.

Hasta los departamentos de comunicación se desdoblan, de manera que ya han comenzado a ofrecerse ruedas de prensa por separado. La reorganización durará tan sólo unos meses, los que restan de legislatura, y pone a fin a décadas de sintonía. "Salimos por la puerta grande como CiU", ha proclamado de hecho orgulloso Macias, quien sostiene que la que hasta ahora era su coalición ha pasado a formar parte de la historia de la cámara baja.