La foto de los guardias civiles con la estatua de Franco llega al Parlamento

Los 22 agentes del instituto armado que aparecen en la fotografía visten el uniforme oficial mientras muestran una bandera española son parte del operativo enviado por el Ministerio del Interior a la ciudad autónoma para reforzar la seguridad en el perímetro fronterizo ante las llegadas masivas de inmigrantes subsaharianos que tratan de saltar la valla para entrar en territorio nacional.

Fuentes del instituto armado -institución que por ahora guarda silencio sobre la polémica- han revelado que la instantánea se tomó el pasado sábado, día de las Fuerzas Armadas, poco después de la celebración en Melilla, y que por eso visten el uniforme de paseo. Poco después, la foto fue colgada en su Facebook por uno de los agentes, que la retiró horas después. En la imagen, de acuerdo con estas fuentes, aparecen varios mandos de la unidad, entre ellos un teniente.

En su escrito al Gobierno, el parlamentario de Amaiur pregunta entre otras cuestiones: ¿Que opinión le merece al Gobierno la fotografía de 22 agentes policiales posando delante la estatua de un dictador fascista? ¿Ha tomado alguna medida ante dicho hecho? ¿Es consciente el Gobierno que en cualquier estado europeo un hecho similar supondría la expulsión de los cuerpos policiales de dichos agentes?. Iñarritu, además, recuerda al Ejecutivo que la Unión Europea ha venido recordando en varias ocasiones a España la importancia de preservar la memoria de los crímenes cometidos por los regímenes totalitarios al tiempo que la instado a adoptar las disposiciones necesarias para garantizar su memoria histórica.

La instantánea en cuestión está tomada frente a una de las últimas estatuas del dictador que aún quedan en España. La escultura representa a Franco de pie y con uniforme militar, y está acompañada por tres placas, una con un escudo del Águila de San Juan, otra con un escudo de la ciudad y otra con la inscripción 'Al Comandante de la Legión Don Francisco Franco Bahamonde'.

Esa estatua no está exenta de polémica. Se erigió en diciembre de 1975 a iniciativa del Ayuntamiento de Melilla, poco después de la muerte de Franco, para recordar la época del exjefe del Estado como comandante en la ciudad, a la que llegó en 1921. En 2005 el Ayuntamiento la retiró de su céntrica ubicación en la calle General Macías, para ubicarla en las proximidades del puerto.