Los interrogatorios de 'Púnica': «Si vende patatas, ¿cómo puede tener dos millones?»

Tras una breve diatriba sobre el precio de las patatas, Cubas respondió: "Qué quiere que le diga, llevo toda mi vida para conseguir un dinero", prosiguió este jubilado, administrador de empresas como Patatas y Cebollas SL, Proyectos Cuna e Hijos y, socio de otra que se le olvidó comentarle al juez, Ed Oil (con la que construyeron gasolineras), y que cuando éste sacó a colación, negó que fuera propiedad de Marjaliza.

A esa última empresa le aportó 780.000 euros en 2008, mismo año en que se hizo una aportación de dos millones de euros a Proyectos Cuna para comprar una parcela en la que instalarían una gasolinera en Daimiel (Ciudad Real). "¿Qué pasó para que en 2008 tuviera tanto dinero?", quiso saber entonces el juez, a lo que éste contestó: "no recuerdo". "¿Cómo no va usted a recordarlo?. Yo no sé lo que son dos millones de euros", le hizo ver incrédulo el juez. "Es que me acaban de operar del colón", se justificó Cubas y el juez le señaló que ese tipo de intervención no tiene por qué afectar a la memoria.

Finalmente recordó que, además de con las patatas y las cebollas, que "dan dinero también si se trabaja", montó una sociedad con sus primos, Promociones Torrevelasco, con la que construyeron unos chalés en los "90" y "se ganaron algunas perras", en la localidad madrileña de Torrejón de Velasco, de la que llegó a ser alcalde su hijo, Gonzalo Cubas, quien tuvo que dimitir tras ser detenido en la 'operación Púnica'. Pidió al juez que no se confundiera el nombre de esta sociedad con el de Inversiones Torrevelasco, que "esa es de Marjaliza", empresa a la que, dijo, se le compró una parcela de las estaciones de servicio, que lleva uno de sus hijos.

"La hemos construido la familia y se la hemos vendido a Cubalis, que es de mi hijo. Gonzalo Cubas, que es hijo mío también, no lo lleva. Esa está en Valdemoro".

Sobre Proyectos Cuna, indicó que a través de ella "compramos una finquita y algo más" para sus hijos y negó que se constituyera por indicación de Marjaliza para hacer ellos de intermediarios en operaciones con empresas de éste.

También explicó cómo en 2010 donó a su hija la casa de Valdemoro en la que ésta vivía todavía con su yerno y que compró por 725.000 euros a una empresa de Marjaliza porque "quería venderla". "¿No lo hizo para ocultarle patrimonio?", le inquirió Velasco. "No, lo compre con sus talones correspondientes, a mi, David, jamás me ha dado un duro, ni una peseta", sentenció.