Monago aprueba una paga de 300 euros al año para extremeñas mayores de 75 años

La consejera de Empleo, Mujer y Políticas Sociales, María Ángeles Muñoz, ha afirmado que se ha planteado un proceso ágil y sencillo para que el dinero se pueda ingresar desde el mismo día en que se haga la petición. Los requisitos serán haber nacido en o antes de 1940, estar empadronada y residir en cualquier municipio de la región y no pasar en la declaración de la Renta (para aquellos casos en que se presente) de unos ingresos de 10.000 euros si se opta por la modalidad individual y de 13.000 si es conjunta.

Las mujeres interesadas en esta ayuda deberán presentar una fotocopia del DNI, un certificado de empadronamiento, un certificado de la Agencia Tributaria y el alta a terceros para comunicar el número de cuenta de ingreso.

Para tramitar las ayudas se firmarán convenios con ayuntamientos de la región y con profesionales colegiados, como gestorías, para evitar desplazamientos a grandes ciudades. A través de una aplicación informática podrán presentar la solicitud en nombre de la beneficiaria. En caso de que sea necesario, se pedirá acreditar la representación de la entidad que ha suscrito el correspondiente acuerdo con el Instituto de la Mujer, que será el organismo encargado de gestionar la convocatoria.

La consejera ha afirmado que estos pasos no supondrán ningún coste para las solicitantes y que en una sola visita se podrá cumplimentar la petición. También ha indicado que no será necesario renovar la demanda en próximos ejercicios, ya que se comprobará de oficio que se siguen cumpliendo los requisitos. En cualquier caso, ha recordado que corresponde a los interesados comunicar cualquier cambio en sus circunstancias personales.

El presidente de la Junta, José Antonio Monago, anunció el pasado año en el acto institucional del Día de Extremadura en Mérida la creación de esta ayuda. En principio, se planteó como deducción en el tramo autonómico del IRPF o como ayuda directa para aquellas mujeres que no hacen declaración de la Renta. Pero en la tramitación de la ley de reforma fiscal se descartó la primera opción por las complicaciones técnicas y porque podía implicar que no se cobrara el importe completo. Finalmente se ha optado por el decreto de subvenciones.