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El agente, en la sala de vistas de la Audiencia vizcaína donde ayer comenzó el juicio por el homicidio imprudente de un motorista. Mireya López
Juicio en la Audiencia vizcaína

El policía municipal de Bilbao acusado del homicidio imprudente de un motorista admite que rebasó el semáforo en rojo sin luces

La fiscal pide una multa, ya que el piloto no tenía carné para conducir una moto de gran cilindraday circulaba a 64,5 km/h,y la acusación particular solicita 4 años de cárcel

Martes, 28 de mayo 2024, 12:06

El agente de la Policía Municipal de Bilbao acusado de un homicidio por imprudencia al colisionar contra un motorista y causarle la muerte admitió ayer que rebasó el semáforo en rojo sin las luces puestas pese a que acudía a una urgencia. Según explicó en ... el juicio que comenzó ayer en la Sección Primera de la Audiencia vizcaína, «activé los rotativos, pero cuando tuvimos el accidente me di cuenta de que se habían apagado».

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Su compañero de patrulla, que no era el habitual porque estaba librando y que se encargaba del cuadro de mandos, reconoce que fue él quien «en un acto reflejo» desactivó los destellos azules, pero que no eran «conscientes» de ello.

Aquella noche del 28 de diciembre de 2019, sobre las cinco de la madrugada, recibieron la orden de acudir a la salida de la discoteca Moma porque había un grupo de jóvenes que se estaban enzarzando y «estaba calentándose el ambiente». De inmediato, se pusieron en marcha para apoyar al agente primero, que se encontraba solo y no podía actuar. La unidad formaba parte del dispositivo de ocio nocturno, que cada fin de semana se encarga de mantener el orden público en tres salas de la ciudad: Moma, Buda y Rock Star. En el local de Rodríguez Arias hubo un altercado con varios identificados, alguno de los cuales fue sancionado.

Según el policía que conducía el 'Renault Megane' con distintivos, que lleva 19 años en el cuerpo, se acercaron al cruce de Rodríguez Arias donde se produjo el choque «a velocidad moderada», pero «no vi la moto». No llevaban las sirenas encendidas porque por la noche por norma general los servicios de emergencia evitan «molestar a los ciudadanos». «Percibí algo que venía por la izquierda e hice una maniobra repentina», matizó. Su compañero, que ocupaba el asiento del copiloto, confirmó que antes ya se habían saltado otros tres semáforos en rojo. Tampoco él observó la llegada de la 'Suzuki GSX'. «Noté el impacto en la parte trasera y cómo nos desplazó. No sabíamos ni contra qué habíamos chocado».

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La patrulla, a 45 km/h

El patrullero ha intentado, a través de sus superiores y del juzgado, ponerse en contacto con la familia de Rubén, de 38 años, para pedirles perdón, pero, según dijo ayer, le ha resultado imposible. También declaró ayer la hermana de la víctima, que aquella noche acababa de salir de trabajar en la hostelería y se dirigía hacia su domicilio. «Siempre iba a trabajar en moto», recordó ayer. La mujer, que habló en representación de sus padres, indicó que desde el hospital les avisaron de que Rubén estaba ingresado por un accidente y que recibieron una llamada de la comisaría de Miribilla siete horas después, sobre las doce del mediodía, para que acudieran a la base policial para recibir más información. «Vinieron a decirnos que la culpa la tenía mi hermano. Cuando nos dimos la vuelta, estábamos rodeados de policías», dijo.

Rubén se había sacado la licencia para conducir ciclomotores a los 16 años, pero ésta había caducado en 2009, por lo que, a preguntas de la defensa, un agente afirmó que «carecía de los conocimientos necesarios para manejar una moto de gran cilindrada, de 600 centímetros cúbicos», que se acababa de comprar.

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«Noté el impacto en la parte trasera y cómo nos desplazó. No sabíamos con qué habíamos chocado» , dice el compañero

El policía municipal de Bilbao que realizó el estudio de velocidades teniendo en cuenta el espacio recorrido y el tiempo tras revisar las grabaciones de las cámaras de videovigilancia, concluye que la moto circulaba a 64,5 kilómetros por hora y el coche patrulla, a 45, en un tramo limitado a 30. Ninguno de los dos vehículos tuvieron tiempo de frenar antes del choque.

La Fiscalía solicita para el acusado 10 meses de multa a ocho euros el día por un delito de homicidio por imprudencia menos grave, además de diez meses de privación del derecho a conducir. El policía ya ha indemnizado a la familia con 6.000 euros. Por su parte, la acusación particular, que representa a los padres y hermana del fallecido, eleva la petición a la pena máxima prevista en el Código Penal por el delito, que va desde un año a cuatro de prisión al considerar que el agente incurrió en una imprudencia grave con resultado de muerte.

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