La Policía Municipal de Bilbao está atenta estos días al puente de La Salve. Las unidades que patrullan la zona cercana al Guggenheim han sido advertidas de que cabe la posibilidad de que haya personas que se lancen al agua desde la pasarela por diversión, sin ser conscientes del serio riesgo que conlleva para su integridad física. El aviso a los agentes es que lo tengan en cuenta. Y llega después de que en las últimas horas se hayan viralizado dos vídeos en los que varios hombres, posiblemente de nacionalidad británica, saltan desde lo alto del puente, afortunadamente sin consecuencias.
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La guardia urbana está segura de que las imágenes no se tomaron ayer, confirmaron fuentes del cuerpo. Pero las secuencias son reales y su difusión podría alentar un efecto de imitación. No es la primera vez que se populariza una temeridad así. En agosto de 2018, la propia Policía Municipal alertó, a través de sus redes sociales, de la peligrosidad de lanzarse a la ría desde el puente de Deusto -bastante más bajo que el de La Salve, que ronda los 23 metros-, después de que se registraran varios episodios en un breve periodo de tiempo.
Uno de los vídeos que está circulando por internet dura apenas catorce segundos. Muestra a una persona que ha pasado al otro lado de la valla del viaducto, mirando hacia el Guggenheim, justo en el punto donde en los últimos años se ha desarrollado la competición de saltadores profesionales de Red Bull. El sujeto es animado por unos amigos, que inician una cuenta atrás en inglés. Al llegar a cero, el hombre se lanza. El impacto contra el agua es muy fuerte. Abajo, en la superficie, hay otras tres personas nadando. En apariencia, sale ileso.
El otro vídeo es de once segundos y uno de los individuos que jaleaba es ahora el protagonista. Se arroja de espaldas y cae de pie, tras una voltereta no muy ortodoxa, muy cerca de las cabezas de sus compañeros. A partir de veinte metros de caída libre, las posiblidades de un desenlace fatal se multiplican por la velocidad alcanzada. «Un mal salto puede costarte la vida», enfatiza la Policía Municipal.
El riesgo de sufrir lesiones de gravedad es muy elevado. Lo reconocieron los saltadores profesionales de Red Bull en su día, cuando Bilbao fue sede del circuito mundial de clavadistas. Estos atletas, que entrenan «muy duro a diario», coincidieron en que tirarse desde esa altura «puede llegar a ser letal». Ellos entran en el agua siempre de pie y de forma muy controlada para evitar daños en el cuello, la columna o los oídos. En estos eventos se despliega un fuerte dispositivo de seguridad, que incluye motos de agua, buceadores y una precisa previsión de las mareas, además de una manguera para romper la lámina de agua y favorecer que la entrada sea más suave.
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